El aire acondicionado es un verdadero salvavidas para algunas personas en el mundo. 
Para muchas más, hace que el calor extremo sea tolerable. Quienes trabajan en espacios cerrados pueden hacerlo de manera productiva, los niños pueden aprender mejor en la escuela y la gente puede dormir cómodamente por la noche durante el verano. 

Pero aún más significativo, diversos trabajos confirman que el aire acondicionado salva vidas: reduce eficazmente la mortalidad por calor durante las olas de calor. El informe Countdown de 2021 de The Lancet estimó que el aire acondicionado evitó casi 200.000 muertes prematuras solo en 2019.

Lo cierto es que, con un mundo con calores y fríos cada vez más extremos lo único que puede esperarse es que la demanda de aire acondicionado aumente en todo el mundo, aunque el crecimiento no es simétrico ni simultáneo, dado que depende fuertemente del poder adquisitivo y de los ciclos económicos. 

A la hora de ponderar las causas, el sentido común indica que una de las razones más poderosas debe ser el cambio climático: a medida que el mundo se calienta, más personas estarán expuestas a olas de calor, y quienes ya viven en climas cálidos las experimentarán de forma más intensa. Pero ese no es el único factor de la demanda e incluso pudiera no ser el más importante. 

El aumento de los ingresos y, especialmente, del poder de compra de las poblaciones, viene jugando un rol determinante. Es que en países como India o Indonesia hacía ya muchísimo calor antes del cambio climático. Si la gente pudiera permitirse hoy tener aire acondicionado, lo tendría.

Y lo tendrán, porque las proyecciones indican que eso sucederá en las próximas décadas a medida que los ingresos aumenten en muchos países de ingresos bajos y medios.

En números

En la actualidad, hay alrededor de 2 mil millones de unidades de aire acondicionado en el mundo. Eso es aproximadamente un aparato de aire acondicionado cada 4 seres humanos. La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que esta cifra podría casi triplicarse hasta alcanzar más de 5.500 millones en 2050. 

Caundo se quiere saber cuánto contaminan los acondicionadores, el cálculo es complejo porque aunque la gran mayoría de los acondicionadores funciona con electricidad, no todos los países generan la misma cantidad de gases contaminantes para producir electricidad. 

Lo cierto es que la Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que la “refrigeración de espacios” (principalmente aire acondicionado, pero también ventiladores) consumió alrededor de 2.100 teravatios-hora (TWh) de energía en 2022.
Como el consumo mundial de electricidad en 2022 fue de alrededor de 29.000 TWh, acondicionar aire utilizó alrededor del 7 % de la electricidad mundial. 

La proyección que realizó Hannah Ritchie para el sitio Our Worl in Data, muestra que en Estados Unidos o Japón el número se mantendrá relativamente constante, mientras que el crecimiento en China está ocurriendo en estas décadas y en varias naciones en desarrollo comenzará fuertemente en las próximas décadas, como India, Indonesia o México y Brasil.

El 3% de los gases contaminantes se deben al aire acondicionado y se triplicarán para 2050

Incluso así, muchas personas que necesitan (y querrían) un aire acondicionado no podrán permitírselo, por lo que, si los países pueden aumentar los ingresos más rápidamente o si las unidades de aire acondicionado se abaratan, esta cifra podría ser incluso mayor.

Aire Acondicionado en Argentina

El primer equipo de aire acondicionado del que se tiene registro en el país se instaló en 1936, en el Edificio Kavanagh, en la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, no fue hasta los noventa -y sobre todo al cierre de esta década- que su utilización se impuso masivamente en edificios públicos, oficinas, hoteles, etc., incluso también en hogares

Según datos oficiales, en nuestro país un 84,8% de los hogares utiliza algún tipo de equipamiento para refrigerar el ambiente, siendo el aire acondicionado utilizado por el 47,1% de los hogares. Eso hace un total de entre 8 y 8,5 millones de acondicionadores instalados.

La tasa de renovación, es muy fluctuante: en épocas de cuotas y buen poder adquisitivo, se comercializan en Argentina hasta 1,4 millones de acondicionadores al año. Mirando las cifras globales del informe, se comprende que nuestro país no figue en la gráfica.