La crisis de transportistas en Reino Unido no parece ir camino de una solución rápida. El primer ministro británico, Boris Johnson, confirmó este martes que el programa de visados temporales para atraer a camioneros europeos ha sido un rotundo fracaso: de 5.000 plazas para este sector apenas han logrado 127 interesados. Una situación que ha obligado al Gobierno a "cambiar de estrategia" y no depender de la mano de obra extranjera, en palabras de Johnson.

"Hay gente que quiere volver al statu quo anterior al referéndum del Brexit, pero esto demuestra que no podemos depender de los trabajadores europeos", dijo el 'premier'. La solución, insiste, es entrenar a más camioneros británicos. Hasta entonces, el Ejército está desplegado para conducir algunos de los camiones que faltan para mantener el suministro.

Aun así, el primer ministro no cree que se pueda hablar de crisis, pese a las gasolineras desabastecidas, los supermercados con estantes vacíos y las crecientes advertencias de que puede haber un caos en Navidad. "No, no hay una crisis. Al contrario, creo que estamos en un momento extremadamente interesante", dijo a la BBC. Y no cree que las previsiones de caos vayan a ser reales: "La oferta va a cuadrar con la demanda. Tenemos cadenas de suministros inteligentísimas y robustas, va a haber suficiente oferta", insistió.

"Francamente, ya es hora de que [subieran los salarios de camioneros y recolectores de fruta] porque creo que hemos tenido un entorno en el Reino Unido en el que hemos aceptado un enfoque de salarios bajos, baja cualificación y baja productividad, y eso debe cambiar", aseveró Johnson. En su opinión, esas subidas "van a ser buenas para los empresarios", porque "invertir en los trabajadores" siempre es positivo.

El problema, por supuesto, es que se cumplen ya dos semanas desde que la petrolera BP avisara de los recortes de suministro de gasolina, y más de un mes desde que empezara a registrarse una falta generalizada de alimentos o productos en supermercados. Pero Johnson cree que el bache se superará pronto: "tenemos una enorme capacidad de recuperación e imaginación en esta economía y lo superaremos muy, muy bien". Y pronostica que las próximas Navidades serán mejores que las pasadas. Teniendo en cuenta que aquellas se pasaron en un confinamiento estricto por la tercera ola de la pandemia, no parece tan difícil superar ese listón.

Fuente: El Economista.