EPA pone la regla para contaminación de tubos de escape “más ambiciosa de la historia”
Supera a los estándares de la administración Obama, que habían sido revocados por Trump. En Argentina no está reglamentado.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inlgés) emitió hoy una nueva regla destinada a reducir la contaminación del tubo de escape de los automóviles y camiones ligeros, un esfuerzo del presidente Joe Biden para volver a los estándares de ahorro de combustible establecidos por Barack Obama hace casi una década.
Según la nueva regla, se requeriría que los vehículos de pasajeros alcancen un promedio de 23,4 kilómetros por litro de nafta (kpl) para 2026, apenas por encima del objetivo de Obama de 23,0 kpl, pero considerablemente por encima (un 42% más) que la regla de 16,2 kpl establecida por Donald Trump. La EPA estima que la nueva norma evitaría la liberación de 3100 millones de toneladas de dióxido de carbono hasta el 2050 y ahorraría a los propietarios de automóviles $ 420 mil millones en costos de combustible. Como referencia: Argentina emite unas 360 millones de toneladas de CO2 al año.
También como referencia, sirve saber que en nuestro país no hay normas al respecto que deban seguir los fabricantes e importadores de vehículos y que los valores normales entre los que circulan van desde los 20 kpl para los más eficientes (como el VW Up!) hasta los 10/12 kpl de la gran mayoría de los vehículos.
El administrador de la EPA, Michael Regan, bautizó la iniciativa como "los estándares de contaminación de vehículos más ambiciosos para gases de efecto invernadero jamás establecidos", y agregó: "Los estándares son alcanzables, asequibles y ofrecerán una reducción significativa de la contaminación".
Los nuevos estándares de economía de combustible son el último esfuerzo de la Administración Biden para reducir la contaminación del aire en la lucha más amplia contra el cambio climático.
A principios de este mes, Biden firmó una orden ejecutiva que ordena al gobierno federal gastar miles de millones de dólares para comprar vehículos eléctricos, actualizar edificios federales y aprovechar el poder del gobierno para cambiar a formas más limpias de electricidad.
La nueva regla, que entrará en vigencia en 60 días, se aplica a los modelos de vehículos de los años 2023 a 2026. Se ven como un regreso de las reglas de Economía de combustible promedio corporativa (CAFE) de Obama de 2012 que requerían que los fabricantes de automóviles fabricaran vehículos más eficientes y menos contaminantes.
Esas reglas fueron revocadas por Trump, quien sostenía que había que permitir a la industria automotriz fabricar autos más contaminantes para no comprometer su rentabilidad.
Los defensores aplaudieron la nueva regla como una victoria para el medio ambiente y la salud pública. "El cambio climático tiene un impacto en la salud de todos los estadounidenses, ahora y para todas las generaciones futuras", dijo el presidente y director ejecutivo nacional de la American Lung Association, Harold P. Wimmer, en un comunicado. "Estos estándares de gases de efecto invernadero son un trampolín fundamental para los beneficios climáticos y de aire limpio que se necesitan desesperadamente en las comunidades de los Estados Unidos".
Es notable cómo, aún los norteamericanos con "sensibilidad colectiva" y preocupaciones ambientales, perciben los problemas del mundo, sólo como problemas norteamericanos. Deberían recordar que su país, sus gases de efecto invernadero, los escapes de sus autos, son los principales responsables del calentamiento global.