Estados Unidos, camino a ser el país con más casos del mundo
Se aprueba el paquete de ayudas más grande de la historia con la epidemia fuera de control.
Si se confirman las últimas proyecciones, este fin de semana Estados Unidos podrá superar el número de casos confirmados de China e Italia, transformándose en el país con más positivos del mundo.
Al medio día de hoy, Estados Unidos habrá alcanzado los 55 mil casos y proyecta unas 10.000 nuevos casos por día, mientras Italia, continúa confirmando unos cinco mil por día. Con esas figuras, el fin de semana Estados Unidos habrá sobrepasado a Italia y los poco más de 80 mil casos de China, que crecen ahora muy lentamente.
La ciudad de Nueva York concentra el 6% de los casos del mundo y nada indica que el panorama cambiará en los próximos días, sino para agravarse.
La situación es compleja también en el Oeste, particularmente en el Estado de Washington y en California, aunque en estos distritos, las autoridades tomaron medidas de contención muy prontamente con lo que parece haberse acotado el número de contagios. De cualquier modo todos los estados de la Unión registran casos.
Entre tanto, finalmente republicanos y demócratas acordaron un paquete de auxilio en la emergencia. El mismo consistirá en dos billones de dólares en ayudas directas y 4 billones de dólares en financiamiento desde la Fed, la Reserva Federal de Estados Unidos.
Se trata del paquete de estímulos más grande de la historia. Ni en la post guerra se pusieron en juego ayudas directas e indirectas como las previstas.
El último gran obstáculo para la aprobación giraba en torno a un fondo de 500.000 millones de dólares en préstamos y avales para grandes grupos de empresas castigados por el bloqueo de la actividad (425.000 millones para negocios, ciudades y Estados) y el resto, sobre todo compañías aéreas. Tal y como estaba diseñado en el proyecto de ley republicano, el ejecutivo dispondría de un amplio margen de maniobra y no tendría por qué hacer públicos los beneficiarios hasta pasados seis meses (aunque fueran canalizados a través de la Reserva Federal). Los demócratas critican la opacidad, el grado de discreción y también la falta de contrapartidas a exigir a las empresas que se acogiesen a esas ayudas, como el mantenimiento de empleos.
Se espera ahora, que apruebe el Senado e inmediatamente después la cámara de representantes.