La ONU abrió cortinas de salón atacado durante discurso del Che Guevara
Durante una sesión de 1964, un misil de bazuca atacó la sede. Simbólicamente, Alemania inauguró su presidencia con un gesto.
Una sesión del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), presidida este viernes por Alemania, contó con un alto acto histórico y simbólico.
Las cortinas del famoso salón en el que el Che Guevara brindaba un discurso en la ‘mesa herradura’ cuando fuera atacado con una bazuca, aquel 11 de diciembre de 1964, fueron abiertas casi 65 años después.
En aquella jornada, cubanos del exilio con el apoyo de la CIA protestaban en las puertas del edificio de 39 pisos.
Nunca se supo quién disparó la bazuca aunque la investigación probó que el proyectil estaba correctamente armado y habría provocado un efecto devastador en caso de impactar en el blanco.
Por entonces el Che era formalmente el Ministro de Industrias de Cuba pero en la práctica era el segundo al mando de Fidel Castro. Tenía 36 años.
Desde entonces, las cortinas del salón permanecieron cerradas y la misión alemana en el Consejo celebró su período en la presidencia del cuerpo con el gesto simbólico de “permitir que el sol entre en la sala”.
Así lo expresaron en la cuenta oficial de Twitter: “Transparencia y apertura hacia la sociedad civil son cruciales no sólo simbólicamente, sino en la práctica para la credibilidad y la legitimidad”.
El gesto también pone luz sobre un episodio dramático en la historia de Naciones Unidas, cuando el proyectil cayó a unos 100 metros del objetivo, explotando en el mismo río haciendo temblar las ventanas de la sede central de la ONU.
El Che no detuvo su discurso, como siempre enfundado en su informe con las brillantes botas negras, y al grito de "Patria o muerte".
Al cierre se limitó a decir que el bombazo “le había dado sabor al discurso”. Y cuando un periodista le señaló que en las puertas fue detenida una mujer, Molly González, que quería asesinarlo con un cuchillo ironizó: “Es mejor ser asesinado por una mujer con un cuchillo que por un hombre con un arma de fuego”.
La decisión alemana fue posible en parte por la refacción que en 2013 blindó las ventanas en cuestión. Lo cierto es que las cortinas y el sol no fueron la única novedad que introdujo la presidencia alemana del Consejo. También introdujo un reloj Heusgen de 18 pulgadas de diámetro programado para recordar que los delegados oradores sólo tiene 5 minutos y medio para hablar.
Transparencia sí, pero ni un segundo más de lo pautado.
El diario Clarín, en Argentina, reflejó en la tapa del día siguiente aquellos hechos.