Las impactantes imágenes del conflicto en Minneapolis
Tras el asesinato de George Floyd, por parte de la Policía, la ciudad fue centro de protestas por parte de la comunidad afrodescendiente.
Que Estados Unidos es un país con mucho racismo no es algo nuevo y la muerte de hombres afrodescendientes por parte de la Policía era, tristemente, algo común en Minneapolis, ciudad en el Estado de Minnesota.
Sin embargo, el asesinato de George Floyd el pasado lunes fue la gota que colmó el vaso y, de repente, la ciudad ardió. Miles de personas salieron a las calles para repudiar el hecho y para demostrar que están hartas de "las formas pacíficas".
Según cuenta Facundo de Fraia, argentino que vive en esa localidad y que maneja un restaurante, la Policía local es "sumamente racista". Y pese a las numerosas movilizaciones por parte de la comunidad afrodescendiente, la situación no cambia.
"Esto pasa constantemente, casi todos los meses. Esta vez el explotó porque el Floyd era muy querido, muy conocido", contó el argentino. Estos conflictos no le permitieron abrir el local, ya que priorizó la seguridad de sus empleados.
"Las autoridades decidieron dejar todo como 'tierra de nadie'. La Policía Federal de Minnesota ya no está tomando cartas en el asunto", explicó Facundo.
Por otra parte, este viernes detuvieron al Policía que mató a Floyd y quedó acusado de asesinato de tercer grado y homicidio imprudente. Se trata de Derek Chauvin, que realizó el operativo junto a otros tres oficiales.
Un informe de la FM 102.3 Más Que Música recopiló otras voces de personas que habitan en esa ciudad (dos argentinos y una uruguaya) quienes también reafirmaron que se trata de un lugar con mucho racismo.
"La violencia que hemos visto en las últimas 48 horas da mucha angustia. Es la consecuencia de décadas de opresión que sufre la comunidad afroamericana", precisaron.
De las marchas participaron diversas personas, entre las cuales se pueden encontrar latinos, asiáticos, blancos, entro otros, que empatizan con la lucha de la comunidad afroamericana.
El martes, la marcha fue pacífica, según indicaron quienes allí viven, pero con el paso de las horas la cosa fue poniéndose cada vez más violenta. Todo indica que para el fin de semana la cosa estará más calma.