Los países desarrollados aceptan que deben pagar por los desastres climáticos
Al cierre de la Conferencia del Clima en Egipto se incluyó la creación de un fondo permanente que financiará a los países más afectados por el calentamiento. El mundo parece despedirse del objetivo de 1,5 °C por falta de acuerdos más profundos.
El cierre de la COP27, que se postergó por las dificultades para establecer una declaración final consensuada ofreció momentos de alegría y decepción.
Por ejemplo, las conversaciones finalizaron sin incluir un compromiso sobre la eliminación de los combustibles fósiles, por lo que muchos especialistas consideran que “el objetivo climático de 1,5 °C murió en la COP27”.
En contrapartida, según la crónica preparada hace 12 horas por The Washington Post “la sala de conferencias llena de diplomáticos cansados estalló en aplausos sordos después de que el presidente de la COP27, Sameh Shoukry, con un golpe de martillo sellara el trato” sobre el financiamiento que se popularizó como “Pérdidas y Daños”.
De cualquier modo, advierte el mismo artículo, cuestiones cruciales como qué países deben financiar el fondo y cuáles serán los elegibles para beneficiarse de él quedaron abiertos a futuras negociaciones.
La declaración final se sostiene en el ámbito de las generalidades que, denuncian los observadores, está muy lejos de la ambición que hace falta para conseguir resultados efectivos. No hay una declaración sobre la necesidad de eliminar o reducir los combustibles fósiles y se reiteró la fórmula de compromiso utilizada en la COP26 de "reducción gradual del uso de carbón " que ya era ampliamente insuficiente el año pasado.
Pérdidas y daños
Los negociadores llegaron a un acuerdo sobre un "fondo para pérdidas y daños" que representó un cambio significativo en la posición de Estados Unidos, que hasta hoy sabía que un fondo de esta naturaleza haría que la nación fuera responsable de grandes sumas, dada su contribución histórica a las emisiones.
El mismo criterio aplica a las compañías vinculadas directamente al calentamiento, como petroleras y refinerías, principal fuerza lobista representada en la COP27.
La jefa del ejecutivo de la UE, Ursula von der Leyen, describió el acuerdo Cop27 como “un pequeño paso hacia la justicia climática”, pero dijo que se necesitaba mucho más para el planeta.
En un dramático cambio de sentido el viernes la Unión Europea accedió a las demandas de los países pobres de crear un nuevo fondo para hacer frente a las pérdidas y los daños causados por el calentamiento global, una decisión que terminó dejando en soledad a EE.UU. y allanó el camino para el acuerdo a primera hora del domingo.
El egipcioSameh Shoukry, presidente de la cumbre climática COP27, dijo que el acuerdo ante los delegados representa “la mayor ambición que se puede alcanzar en este momento”. Instó a los asistentes a considerar el acuerdo como “una puerta de entrada” a acciones más sustantivas que deben llevarse a cabo a lo largo del tiempo.