Los recolectores de residuos de París volverán a trabajar después de tres semanas de huelga
"Suspenderemos nuestro movimiento de huelga y bloqueo a partir del miércoles 29 de marzo", anunció la Confederación General del Trabajo (CGT). No obstante, se aclaró que el combate contra la reforma previsional del presidente Emmanuel Macron "no terminó".
La Confederación General del Trabajo (CGT) anunció que los recolectores de residuos de París, Francia, retomarán sus actividades este miércoles 29 de marzo, luego de tres semanas de una histórica huelga que dejó más de 10.000 toneladas de desechos sin recoger en las calles, en protesta contra la resistida reforma de las pensiones ya impuesta por el presidente Emmanuel Macron.
"Suspenderemos nuestro movimiento de huelga y bloqueo a partir del miércoles 29 de marzo", anunció la Confederación General del Trabajo (CGT), precisando no obstante que el combate contra la reforma del presidente liberal Emmanuel Macron "no terminó", según informó la agencia de noticias AFP.
Desde el 6 de marzo, los trabajadores públicos del servicio de limpieza, que operan en la mitad de distritos de la capital, mantuvieron una huelga y bloquearon además las tres plantas incineradores que dan servicio a París.
Ver: Protestas en París culminan con más de 200 detenciones
El final de las acciones en dos de las plantas, anunciado el viernes, y una conciliación obligatoria dictada para una tercera permitieron mejorar la situación.
Este martes, aún quedaban unas 7.000 toneladas por levantar, tuiteó la alcaldesa parisina, Anne Hidalgo.
Según la CGT, que es sindicato mayoritario en el sector, la suspensión de la medida de fuerza busca abrir un espacio para discutir como retomar el reclamo "con más fuerza", máxime cuando ya no les quedan “casi huelguistas” en gran medida porque los empleados que realizan paro pierden la parte de su salario correspondiente a las horas no trabajadas.
Las protestas contra el proyecto de Macrón comenzaron el 19 de enero. Los trabajadores se oponen a la suba de la edad jubilatoria de los 62 a 64 años para 2030 y el alza a 43 años de cotización para cobrar una pensión completa.
Desde ese día, los sindicatos franceses organizaron diez jornadas de protestas masivas contra este impopular proyecto, que aumentaron en intensidad cuando Macron lo adoptó por decreto.
Las últimas movilizaciones estuvieron marcadas por disturbios y choques entre manifestantes radicales y fuerzas de seguridad en las grandes ciudades.
El jueves pasado, hubo 457 detenidos y 441 policías y gendarmes heridos, según las autoridades.
De acuerdo a las encuestas, dos de cada tres franceses se oponen además a esta reforma.
El decreto de Macron que valida la ley se encuentra bajo revisión del Consejo Constitucional luego de que fuera recurrido por partidos opositores. El mandatario sólo podrá promulgar la reforma si el Consejo le da su visto bueno.
Una mayoría de franceses lo considera responsable de la crisis política actual, por no escuchar el malestar sobre una reforma que el Gobierno considera crucial para evitar un déficit en la caja de las pensiones.
Fuente AFP