Miles de personas, en plena pandemia, protestan contra la policía en Minneápolis
Al grito: "¡no puedo respirar!", lo último que pronunció George Floyd antes de morir.
Miles de personas protestaron la noche del martes en Mineápolis (Minesota, EEUU) por la muerte a manos de policías del afroamericano George Floyd ocurrida 24 horas antes.
La protesta empezó en el lugar de la muerte de Floyd y terminó frente a una comisaría cercana, donde la Policía antidisturbios lanzó gases y pelotas de goma a los manifestantes tras algunos encontronazos, según el periódico local 'The Star Tribune'.
Los manifestantes marcharon al grito de "¡no puedo respirar!", el mismo que pronunció Floyd mientras uno de los agentes le tuvo inmovilizado durante minutos con la rodilla sobre su cuello.
La congresista demócrata Ilhan Omar, que representa a la ciudad de Mineápolis, dijo que "lo que está ocurriendo esta noche en la ciudad es vergonzoso", al instar a la Policía a "actuar con moderación" y dar "espacio para sanar" a la comunidad. "Disparar pelotas de goma y gases lacrimógenos a manifestantes desarmados cuando hay niños presentes no debería ser tolerado. Nunca", afirmó.
Por su parte, el concejal de Mineápolis Jeremiah Ellison calificó la actuación policial de "repugnante". "Hasta ahora, no he podido evitar que la Policía dispare de manera indiscriminada contra la multitud", declaró Ellison, quien explicó que estaba ayudando a los manifestantes: "Hace unos instantes, sostuve una toalla en la cabeza de una adolescente mientras le brotaba sangre".
El alcalde de Mineápolis, Jacob Frey, anunció la tarde del martes el despido de cuatro agentes de Policía implicados en los hechos que derivaron en la muerte de Floyd, incluido el uniformado que aparece en los vídeos con la rodilla sobre su cuello. "Ser afroamericano en Estados Unidos no debería ser una condena a muerte", expresó Frey.
Varios transeúnte presenciaron los hechos ocurridos el lunes con Floyd, lo que facilitó que vídeos se difundiesen rápidamente en las redes sociales. La Policía lo había detenido bajo sospecha de haber intentado usar un billete falso de 20 dólares en un supermercado.
"Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar. Por favor", se escucha a Floyd, de 40 años, mientras agonizaba. Tanto el FBI como las autoridades estatales en Minesota han iniciado una investigación sobre los hechos.
El caso es uno más en la larga lista de abusos de oficiales blancos contra afrodescendientes y latinos, pero la paciencia en Mineápolis, parece haber alcanzado un límite.