Niger multiplica por 300 el precio de su uranio
La medida se ajusta al precio internacional. Ahora cuesta 200 euros por kilo. Antes, Francia había establecido un precio de €0.80 por kilogramo.
Niger, un actor crucial en el escenario mundial del uranio, ha decidido cambiar las reglas del juego. La reciente alza en el precio del uranio de Niger, pasando de €0.80/kg a €200/kg, es un movimiento trascendental que no sólo afectará su economía local sino también el panorama del mercado global de uranio y las relaciones internacionales.
Históricamente, Francia ha sido el principal comprador de uranio de Niger, ejerciendo un peso dominante sobre el precio de este recurso extraído del país africano. Antes del reciente ajuste, Francia había establecido un precio de €0.80 por kilogramo, una tarifa que no reflejaba el valor real del uranio en el mercado internacional. Para ponerlo en perspectiva, el uranio procedente de Canadá se comercializa a un precio cercano a los €200/kg.
El principal motor detrás de este cambio es, sin duda, la viabilidad económica. Al equiparar el precio de su uranio con el estándar global, Niger espera obtener una entrada económica mucho más sustancial. Esto no sólo incrementará los ingresos nacionales, sino que permitirá al país invertir en proyectos de infraestructura y desarrollo social.
El ajuste en el precio busca que Niger obtenga una compensación justa por su recurso. La tarifa anterior de €0.80/kg estaba considerablemente por debajo del precio del mercado, lo que no hacía justicia al valor real del uranio nigerino.
Aumentar el precio del uranio también brinda a Niger la oportunidad de diversificar su economía, permitiéndole reducir su dependencia de una sola materia prima y fomentar una estabilidad económica a largo plazo.
El ajuste de precio podría generar tensiones inicialmente, dada la larga relación comercial y de dominación entre Francia y Niger. Sin embargo, también abre una ventana para renegociar términos más equitativos y construir una relación más balanceada entre ambas naciones.
Esta decisión de Niger podría generar ondas en el mercado mundial de uranio. Al alinear su precio con las tarifas globales, otros países productores de uranio podrían reconsiderar sus propias estrategias de precios.
Según datos de Euratom, la Comunidad Europea de la Energía Atómica, el uranio nigerino sigue representando una cuarta parte de las importaciones para las centrales nucleares de Europa.