En España, las redes sociales no son una cuestión secundario. Tampoco lo es para el partido ultraderechista Vox, que reconoce que su cuenta de Twitter es una de sus principales fuentes para la difusión de actos, dichos públicos y posturas.

Desde el “Pajarito” decidieron dar de baja temporalmente el espacio oficial, seguido por 350.000 cuentas después de que el espacio político acusara al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de “promover la pederastia”.

Antes, la vocera del PSOE había cuestionado a Vox por su defensa al denominado pin parental, que busca reducir la posibilidad de acceso de niños y adolescentes a contenidos relacionados con el feminismo y la diversidad de género en colegios.

Para Vox, la decisión resulta discriminatoria. Mientras, se había negado a borrar la publicación. La cuestión no deja de sentar un precedente para agrupaciones políticas.