Primera sentencia por la toma del Capitolio
La seguidora de Trump, Anna Morgan-Lloyd, había llegado a un acuerdo con los fiscales antes de la audiencia y admitió haber entrado ilegalmente al edificio.
Una de las seguidoras de Donald Trump que invadió el Congreso de Estados Unidos el último 6 de enero consiguió eludir la cárcel por haber expresado su arrepentimiento por el hecho, con lo que llegó a un acuerdo con los fiscales, y fue condenada a tres años de libertad vigilada.
El juez Royce Lamberth fue el que dispuso la pena, la primera que se dicta contra alguien acusado de ingresar ilegalmente al Capitolio, cuando el legislativo se aprestaba a formalizar la designación de Joe Biden como presidente.
"Yo estaba ahí para apoyar pacíficamente al presidente Trump y estoy avergonzada porque todo se convirtió en una salvaje muestra de violencia", señaló en la audiencia por videoconferencia ante una corte federal de Washington.
La mujer, de 49 años, fue una de los miles de simpatizantes de Trump que creyeron en sus denuncias de fraude electoral, a los que el expresidente instó a congregarse ante el Capitolio para impedir que se avalara la victoria de su adversario.
Como el edificio fue invadido por grupos violentos, la sesión debió suspenderse y quedó un saldo de 5 muertos.
Morgan Lloyd dijo que sólo estuvo 10 minutos en el Capitolio y que no cometió ningún acto violento. "Fue el día más emocionante de mi vida", escribió luego en Facebook, según la agencia AFP.
Sin embargo tras ser arrestada, cooperó con las autoridades, se disculpó y "reconsideró muchas de sus ideas", según su abogado.
Por haberse arrepentido, los fiscales pidieron condenarla a 3 tres años de libertad vigilada, a condición de que emprenda servicios comunitarios y pague 500 dólares por daños, una propuesta que el juez Lamberth avaló.
Las autoridades identificaron a unos 800 sospechosos de participar en el asalto al Capitolio, en un episodio que sacudió a Estados Unidos. Hasta el momento, unos 500 participantes fueron localizados y acusados, algunos con cargos más graves que otros.