Siguen los récords de deforestación en Amazonas
Sólo en marzo, se perdieron 25.400 hectáreas más en Amazonas, récord mensual en la era Bolsonaro
La deforestación en la Amazonía creció un 279% en marzo de 2020, en comparación con el mismo mes del año pasado. Según SAD, el Sistema de Alerta de Deforestación de Imazon, se talaron 254 km² de bosque en el último mes. Este es el número más alto registrado en los últimos dos años. En la evaluación de los investigadores del Instituto, una parte de este aumento puede estar relacionado con el avance de las áreas mineras ilegales y también con el intenso trabajo de los acaparadores de tierras.
En la cuenta acumulada, desde agosto de 2019 a marzo de este año, las tasas de devastación forestal también registraron un aumento del 72% en comparación con el mismo período del calendario anterior. Los estados en dónde fue mayor el impacto son Amazonia, Pará, Mato Grosso, Roraima, Rondônia y Acre. El municipio que registró la mayor área devastada fue Apuí, en Amazonas.
Además de advertir sobre la devastación del bosque en estas áreas, también existe una preocupación por la salud de las poblaciones tradicionales que son más vulnerables a la contaminación por el nuevo coronavirus cuando entran en contacto con acaparadores de tierras y garimpeiros, quienes ciertamente contribuyen a esta deforestación.
SAD - el Sistema de Alerta de Deforestación- es una herramienta de monitoreo basada en imágenes satelitales, desarrollada por Imazon para informar mensualmente la tasa de deforestación y degradación forestal en la Amazonía.
En funcionamiento desde 2008, SAD utiliza actualmente los satélites Landsat 7 (sensor ETM +), Landsat 8 (OLI), Sentinel 1A y 1B y Sentinel 2A y 2b (MSI) con los que es posible detectar la deforestación desde una hectárea incluso bajo condición de cielos nublados.
Imazon es un instituto de investigación brasileño sin fines de lucro, compuesto por investigadores brasileños, fundado en Belém hace 30 años. A través del sofisticado Sistema de Alerta de Deforestación (SAD), la organización ha llevado a cabo, durante más de una década, el trabajo de monitorear y difundir datos sobre deforestación y degradación en la Amazonía, proporcionando alertas independientes y transparentes.