Sólo uno de los cuatro argentinos residentes en Kabul logró abandonar el país
Se trata de un hombre que trabajaba para una ONG que pudo salir en una aeronave privada de la organización porque los vuelos comerciales fueron cancelados. Aún quedan por evacuar a una pareja y un funcionario de la ONU.
Sólo uno de los cuatro argentinos residentes en Kabul, capital de Afganistán, logró abandonar ese país tras la toma de esa ciudad por parte de los talibanes.
Se trata de un hombre que trabaja para una ONG, quien pudo salir del país asiático a bordo de una aeronave privada que pertenece a la organización, ya que los vuelos comerciales han sido suspendidos el lunes debido al caos desatado en el aeropuerto. Desde que este grupo fundamentalista tomó el poder, la estación aérea de Kabul se vio colapsada por la cantidad de gente que intenta huir por temor a los talibanes.
“Este hombre es el piloto de un avión que estaba al servicio de la ONG justamente para hacer traslados y logística dentro de Afganistán. Era un avión chico que estaba listo para salir cuando estaba la posibilidad ”, explicaron voceros de Cancillería.
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“Estamos bien, salimos hoy del país por la mañana. Perdoná, pero no podemos dar entrevistas”, indicó el piloto al sitio de noticias Infobae.
Pese a que Argentina no tiene sede diplomática en territorio afgano, el embajador en Pakistán Leopoldo Francisco Sahores, oficia como representación diplomática concurrente en Afganistán y en otros estados de la región asiática, con consentimiento de todas las partes.
"Todos están en contacto con nuestra embajada en Pakistán que es la que administra nuestros asuntos en Afganistán ”, detallaron fuentes de Cancillería.
Promesas:
Desde que los talibanes tomaron el control de Kabul el domingo -luego de una ofensiva rapidísima que en solo 10 días les hizo controlar casi todo el país y provocó la huida del presidente Ashraf Ghani- intentaron enviar mensajes tranquilizadores a la población.
“Se decretó una amnistía general para todos (...) por lo tanto deben retomar su vida cotidiana con total confianza”, anunciaron este martes en un comunicado.
Sin embargo, gran parte de la población afgana en general y los argentinos en particular, están muy asustados y temen que los talibanes tomen alguna represalia contra ellos si se enteran sobre sus planes de abandonar el país, por lo que Cancillería solicitó que sus nombres se mantuvieran bajo reserva hasta cumplir con el plan de evacuación .
Ese temor afecta sobre todo las mujeres, quienes no se arriesgan a salir a las calles y permanecen encerradas en sus casas. Es que tienen el recuerdo aún fresco de lo que los talibanes hicieron entre 1996 y 2001, cuando ejercieron el poder. En esos años, el grupo fundamentalista impuso una visión rigurosa de la ley islámica, prohibiéndole a las mujeres trabajar y estudiar. Tampoco podían tener vida pública y debían mantenerse ocultas de los ojos de cualquiera que no fuera su marido o guardián varón. Los castigos ante el incumplimiento eran lapidaciones, mutilaciones y azotes. Ahora, la concepción misógina de los talibanes amenaza con destruir nuevamente la vida de millones de ellas.
Fuente: Infobae