Uno de cada cuatro británicos no encenderá la calefacción el próximo invierno
Según reveló una encuesta, el precio de la energía golpea de lleno a los ciudadanos.
Aproximadamente uno de cada cuatro británicos no encenderá la calefacción este invierno tras el aumento de los precios de la energía, según una investigación realizada por la consultora Savanta ComRes, informa The Independent.
Durante la encuesta se preguntó a más de 2.000 adultos del Reino Unido cómo responderán al crecimiento de los costos energéticos durante el próximo invierno. El 23 % aseguró que no encenderá la calefacción en absoluto, y la cifra se eleva al 27 % entre quienes tienen hijos menores de 18 años.
Los resultados del sondeo también revelaron que 7 de cada 10 adultos británicos (69 %) activarán menos la calefacción, mientras 1 de cada 10 (11 %) pedirá un préstamo para solventar el aumento de los gastos. En el caso de las familias con hijos menores de 18 años, la cifra aumenta hasta el 17 %.
La encuesta fue realizada entre el 29 y el 30 de julio, antes de que se anunciara el nuevo límite de precios, que según Ofgem, el regulador gubernamental de los mercados de electricidad y gas natural en el Reino Unido, aumentará un 80 % en octubre. Este crecimiento podría elevar la factura anual del hogar medio de 1.971 a 3.549 libras (de 2.300 de dólares a más de 4.100 de dólares).
La nación está "al borde de la peor crisis del coste de la vida en un siglo", subraya Christine Jardine, la portavoz de la Oficina del Gabinete del Partido Liberal Demócratas.
La política declaró que "las familias y los pensionistas de todo el país están tomando decisiones desgarradoras porque el Gobierno no les ha ayudado". "Es un escándalo nacional que los padres tengan que elegir entre calentar sus casas o alimentar sus hijos", añadió.
Jardine aseguró que una "catástrofe económica" está ahora "a solo un mes de distancia", y responsabilizó al "Gobierno zombi en Westminster, y a dos contendientes por el liderazgo que viven en otro planeta". En este sentido, la diputada propuso gravar los beneficios multimillonarios de las compañías petroleras y de gas, y utilizar el dinero "para salvar a las familias y a los pensionistas británicos".
Por su parte, un portavoz del Gobierno del Reino Unido reiteró el compromiso de las autoridades para continuar ayudando a los más necesitados, como los hogares con bajos ingresos, los pensionistas y las personas con discapacidad.