Más de 100 toneladas de peces muertos han llegado al puerto de Volos, en el centro de Grecia, después de que las autoridades achacaran la mortandad masiva a las fluctuaciones climáticas extremas. Llenaron tanto la bahía como los ríos cercanos tras ser desplazados de sus hábitats habituales por las inundaciones del año pasado.

Las autoridades regionales han fletado embarcaciones de arrastre, junto con excavadoras, para sacar los peces muertos del mar y cargarlos en camiones que los llevarán a una incineradora.
Los peces procedían del lago Karla, en el centro de Grecia, una masa de agua desecada a principios de la década de 1960 y restaurada en 2018 para combatir los efectos de la sequía. 

"Estamos pidiendo cooperación a quienes quieran ayudar a que este fenómeno termine lo antes posible", dijo Anna Maria Papadimitriou, vicegobernadora regional de la zona central de Tesalia. "El gobernador regional ha declarado el estado de emergencia", añadió.

El nivel del agua subió bruscamente el pasado otoño durante una gigantesca tormenta que causó grandes inundaciones en el centro de Grecia, pero desde entonces bajó debido a las escasas precipitaciones de los meses siguientes y a las sucesivas olas de calor de este verano.

Los expertos afirman que no se colocó una red en la desembocadura del río que conduce a Volos, por lo que cuando los peces de agua dulce fueron arrastrados por la crecida murieron al entrar en contacto con el agua del mar.

El alcalde de Volos, Achilleas Beos, arremetió contra la autoridad regional, acusándola de actuar con demasiada lentitud. En una rueda de prensa dijo que el hedor era insoportable y advirtió de que el pescado en descomposición podría causar un desastre sanitario y medioambiental.

Y la Cámara de Comercio de la ciudad anunció que iba a emprender acciones legales por daños y perjuicios, después de que la actividad comercial en este popular destino turístico se redujera en un 80% en los últimos tres días.

"Las empresas del paseo marítimo, especialmente las del sector de la restauración, han suspendido sus actividades", declaró la Cámara en un comunicado. "Un fuerte hedor a lo largo del paseo marítimo repugna tanto a residentes como a visitantes, asestando un duro golpe al turismo en Volos".