Vladimir Putin promete dar hasta 9600 dólares a los rusos que tengan hijos
Los "cheques bebé" tienen como fin combatir la baja en la tasa de natalidad de la población rusa. Para Putin, el descenso es una "amenaza directa" para el futuro del país. Los porqués de la preocupación del presidente ruso.
La Duma de Rusia aprobó el pasado jueves la emisión de un beneficio económico o "cheques bebé" por hasta 600 mil rublos (unos 9300 dólares, más de diez veces el salario mínimo anual del país) para aquellos habitantes que tengan de uno a dos hijos a partir de 2020.
Este se convierte en el más reciente incentivo para frenar la caída en la tasa de natalidad en el país, que en 2016 era de 1.75 hijos por mujer. Se considera que para lograr un balance positivo y sostener la población, debe ser superior a 2.1 hijos por familia, de acuerdo con la publicación médica The Lancet.
Luego de la aprobación de la medida, el presidente de la Cámara Baja del Parlamento, Viacheslav Volodin, manifestó que "es una de las iniciativas más importantes en el marco de la implementación de la agenda del presidente. El jefe de Estado ha establecido la tarea de que estos cambios sean retroactivos y afecten a las familias en las que los niños nacieron a partir del 1 de enero de 2020", expresó.
Así, aquellas familias o madres solteras que tengan un primer hijo a partir de esa fecha recibirán un "cheque bebé" por 466 mil rublos (7.200 dólares). Para el nacimiento de un segundo hijo, el estipendio será de 616 mil rublos (9.600 dólares).
Rusia, el país con mayor superficie del mundo -tiene unos 17.1 millones de kilómetros cuadrados- históricamente enfrentó problemas para sostener su población, que en 2018 se acercaba a las 147 millones de personas.
Recientemente, el presidente Vladimir Putin expresó a la agencia Sputnik que uno de los principales factores detrás de la caída en la tasa de natalidad es el económico, tal vez ligado a la caída del salario medio en los últimos años y a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea luego de la crisis de Crimea en mayo de 2014.
Putin agregó que la baja en la cantidad de hijos por familia es una "amenaza directa" para el futuro de Rusia. Para el primer mandatario, el país atraviesa un "periodo demográfico complicado", sin pronósticos de crecimiento. Así, llamó a "garantizar para la mitad de la década un crecimiento natural de población estable".
En contexto
Las preocupaciones de Putin pueden entenderse si se observa un mapa de Rusia. Esta nación comparte una extensa frontera con China, y el límite entre la Manchuria china y la Siberia rusa, que tienen como referencia los ríos Amur y Ussuri, está notablemente más poblado en el sector chino.
A pesar de la dificultad que el país enfrenta para que nazca gente, Rusia busca poblar la zona para evitar un eventual reclamo chino sobre esos territorios. La política de los cheques bebé tiene sentido si se observa la necesidad de Rusia de generar las condiciones para el asentamiento humano en ese sector.
Hasta el momento, el enfoque ruso logró pobres resultados si se observa la diferencia en la densidad poblacional entre un territorio y otro, por lo que el pago por el nacimiento de más hijos se da con la esperanza de revertir esta tendencia.