Una estrepitosa caída deslució la exhibición que el presidente ruso, Vladímir Putin, ofreció sobre la pista durante un partido benéfico de hockey hielo en Sochi. Tras anotar diez de los catorce goles de su equipo, Putin celebró su victoria (14-7) deslizándose en paralelo a las gradas mientras era vitoreado por el público. Fue encontes cuando se tropezó con una alfombra y se fue contra el suelo entre la sorpresa de los asistentes. Enseguida se levantó y continuó saludando como si nada.

El jefe de Estado ruso jugó de delantero y con el número 11 a la espalda. No es la primera vez que muestra sus habilidades sobre el hielo, aunque aprendió a patinar a una edad ya avanzada.

De hecho, ya despidió 2018 jugando al hockey en la Plaza Roja, donde el Ayuntamiento de la capital instaló una pista de patinaje sobre el histórico adoquinado. Putin se pone los patines varias veces al año para disputar partidos benéficos con las viejas glorias del deporte nacional por excelencia, como ocurrió en mayo pasado en Sochi, en el mar Negro, a un mes del inicio del Mundial de fútbol, según recoge Efe.

Gran aficionado al judo, el presidente suele jugar en el bando de las «Leyendas del hockey», con los que marcó cinco goles en 2018 y siete el año anterior, lo que despertó la suspicacias de algunos medios sobre que los jugadores rivales no se atrevían a jugar duro contra el presidente.