La historia de Gabriela Garton, socióloga del Conicet y arquera de la selección
"La princesa del fútbol", así la denominan y su familia llegó desde Estados Unidos a Francia para apoyarla en el Mundial.
Gabriela Garton nació en Rochester, Minnesota. Hija de una argentina y de un estadounidense, descubrió la pasión por el fútbol desde muy chica, en un país que promueve la integración de las mujeres en ese deporte. Es la arquera suplente de la selección Femenina que está jugando el Mundial en Francia.
Pero, para desarrollarse como futbolista, Gaby eligió radicarse en la Argentina. Se casó con Cristian y actualmente la pareja vive en la provincia de San Luis, donde ella entrena con los arqueros de Sol de Mayo.
Los Garton también llegaron a Francia en masa: los padres de Gaby, su hermana con su novio y su prima viajaron desde Dallas, Texas. Su marido también está ahí. Todos la visitan tres veces por día (después de cada comida) y, generalmente, salen a pasear por la ciudad.
"La seguimos a donde vaya a Gaby. Ella no jugó, pero está contenta. Si ella está feliz, yo estoy feliz. La veo bien, entusiasmada, para ella el equipo es todo, nunca fue individualista", cuenta Graciela, la mamá de la arquera.
"Ella empezó a jugar al fútbol a los ocho años. Como era alta y grandota la mandaron al arco. Yo pensaba que era por vaga, porque así no tenía que correr, pero una vez fuimos a ver un partido, hubo penales y ella se puso como una leona. Tenía un promedio de atajadas espectacular, sabía a dónde iba la pelota, se transformaba en una guerrera. Ahí entendí que ella tenía que ser arquera, estuvo genial", recuerda.
Como era alta y grandota la mandaron al arco.
Sobre las distintas etapas que atravesó la número 12 del plantel, agregó: "Ella vivió como una princesa del fútbol en Estados Unidos. Cuando llegó a la Argentina todo era una vergüenza.
Allá en las universidades le daban botines, ropa y tenía vestuarios espectaculares. La diferencia era increíble. Ella vino a hacer una prueba en la Selección con Borrello, pero no tenía papeles argentinos y eso le demoró un año".
Graciela -que se fue a los 26 años de Argentina y que conoció a su marido trabajando en la Clínica Mayo- revela qué fue lo que, a pesar de todas las trabas, hizo que Gaby decidiera quedarse en Argentina: "Me llamaba y me decía: 'Mamá, en el vestuario en Estados Unidos llegás y todas te dicen 'Hola' de lejos. Acá me dan once besos y once abrazos. Yo amo eso. Mi corazón está acá, con esta gente y con estas mujeres".
Cada vez que volvía al país del Norte para visitar a su familia, Gaby -que de chica también hizo tenis y beisbol- volvía con bolsas llenas de ropa deportiva y botines que repartía entre sus compañeras.
Esas desigualdades movilizaron y tocaron la fibra académica de Garton, que es socióloga becaria del Conicet y que tiene como objeto de estudio el fútbol femenino de Argentina. Hace muy pocos días salió a la venta su libro "Guerreras. Fútbol, mujeres y poder", que también es su Tesis de Doctorado.