"A Pfizer no le gustó la irrupción de la Sputnik en un mercado que consideraba cautivo"
Para el analista internacional Walter Goobar, la puja política y mediática por las vacunas se enmarcan en una batalla geopolítica que se abrió cuando Rusia y China desembarcaron en Argentina y la región.
Gran parte de la atención y de la tensión política del martes pasó por la Cámara de Diputados, donde ayer fueron convocados los representantes de los laboratorios que proveen o podrían proveer vacunas a la Argentina.
Entre ellos, el foco se posó sobre Nicolas Vaquer, gerente general de Pfizer en Argentina, quien tuvo que responder a la pregunta directa de Sergio Massa sobre si el laboratorio requería modificar la Ley de Vacunas sancionada en 2020 para acordar con el país: "Hoy la ley no es compatible con algunos aspectos que propone Pfizer", respondió el directivo empresarial. También descartó un pedido de "pago indebido" por parte del Gobierno, como denunció Patricia Bullrich, y negó que su empresa hubiera pedido "bienes del Estado" como garantía.
La presencia mediática del reclamo de la oposición por la falta de acuerdo político se enmarca dentro de una puja geopolítica según el periodista y analista internacional Walter Goobar "tras la irrupción de Rusia y China" dentro de un mercado que EEUU considera suyo: "A Pfizer evidentemente no le gustó la irrupción de la Sputnik en un mercado que consideraba cautivo".
"Argentina ha sido un mercado cautivo para media docena de laboratorios occidentales que conseguían los permiso de la ANMAT casi como si se trataran de fotocopias. Esto evidentemente cambió con la irrupción de estos dos nuevos competidores", explicó en el programa Nada del Otro Mundo.
La lectura de Goobar envuelve la cuestión Pfizer en código de guerra de mercados en la que Argentina decidió apostar por otros acuerdos que lo llevan hoy incluso a la posibilidad de ser el primer país de América Latina en producir su propia vacuna. Esa independencia también afecta los intereses de firmas acostumbradas a venderle al país.
En ese sentido, resaltó un dato que publicó el diario inglés The Daily Telegrafh en la última semana tras el anuncio de la producción Sputnik VIDA: "Argentina se va a convertir en la novena potencia farmacéutica a nivel mundial y seguramente en la segunda o tercera entre países en vía de desarrollo".
"Para aquellos intereses que pretenden que Argentina siga siendo un país proveedor de materia prima, esto no le conviene", concluyó Goobar.