El futuro de los créditos hipotecarios UVA
Ante el inminente vencimiento del congelamiento de las cuotas de estos préstamos, el gobierno nacional debe decidir inminentemente qué sucederá con estos créditos.
Surge la preocupación entre los tenedores de créditos hipotecarios ajustados por Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), ya que se acerca la fecha en la que vence el congelamiento de las cuotas dispuesto por el gobierno nacional.
Este tipo de préstamos surgió en la gestión anterior y se usaron principalmente en la adquisición de viviendas (créditos hipotecarios) y vehículos (créditos prendarios). En el caso de los créditos hipotecarios, se sacaron un total de 110 mil préstamos ajustados por UVA.
Con la fecha de vencimiento cada vez más cercana, prevista para el 30 de septiembre, da la impresión de que habrá una prórroga, aunque no está muy claro. Este fin de semana, el Banco Nación -responsable de la mitad de todos los créditos UVA del país- envió un mail dirigido a los deudores diciendo que a partir de octubre tenían posibilidad de pagar la deuda acumulada entre 3 y 6 cuotas.
Inmediatamente corrigieron el mail, dijeron que no tenía validez y que aparentemente estaba dirigido únicamente prendarios UVA. Que no son pocos, son quienes sacaron un préstamo ajustado en UVA para un vehículo, y también tienen la cuota congelada.
El presidente del Banco Nación, Eduardo Hecker, es que es un tema que aún está definiéndose, aunque la decisión que tome el Nación en conjunto con el ministerio de Economía y el Banco Central es inminente.
Los tenedores de estos créditos pretenden que le transformen la UVA, que ajusta la cuota y en definitiva es la inflación, por la nueva fórmula HogAR, que ajusta los nuevos créditos Procrear y se rige por el salario. No pareciera ser esa la definición que se vaya a tomar en lo inmediato, podrían avanzar con un esquema alternativo donde haya un esfuerzo compartido entre los bancos, el gobierno y el tenedor de créditos UVA.
En síntesis, la definición sobre el tema es inminente, hay incertidumbre en los deudores porque si esto no se prorroga, en octubre deberían pagar una cuota en torno al 30 por ciento superior a la que venían pagando y además pagar la diferencia durante el período que estuvo congelada la cuota, por lo que la situación podría complicarse aún más.
A más tardar, la semana próxima debería haber una definición, ya que los bancos deben comunicarla a los clientes.