La semana pasada, Diputados comenzó a debatir el proyecto de reducción de la jornada laboral. Es el oficialismo quien insiste en avanzar en esta iniciativa que propone llevar las actuales 48 horas semanales de trabajo a 36 horas por semana o un máximo de 6 horas diarias.

¿Qué efectos tendría la reducción de la jornada laboral en Argentina? ¿Mejorará la productividad, el poder adquisitivo y la distribución del ingreso? 

Para conocer la mirada de la Bolsa de Comercio de Córdoba y responder estas preguntas, el programa Con el diario del lunes convocó a Fabio Ventre, subdirector del Instituto de Investigaciones Económicas de la entidad. 

“Nadie está pidiendo la reducción de la jornada laboral y la gente, si le afecta el bolsillo, tampoco la quiere”, sostuvo el economista, para quien es un planteo inoportuno. 

“Es un efecto de distracción de lo que está pasando en la economía. Con las urgencias que tiene el país, hay cuestiones de bases que están antes que la reducción de la jornada laboral o la moneda digital”, agregó. 

Por eso, resumió que la posibilidad de bajar la cantidad de horas que se trabajan por semana puede ser contraproducente para Argentina.  

En primer lugar, señaló que el aumento de productividad no es algo certero. “En la economía del conocimiento puede haber mayor productividad por trabajar menos, pero en sectores donde hay más intensidad del trabajo, como en comercio o construcción, es al revés. En esos casos, difícilmente puedan hacer más de lo que se hace en ese tiempo. Todo lo que se pierda de horas de trabajo, irá a los salarios”, explicó. 

Luego, indicó que tampoco es real que mejore la distribución del ingreso. “Quienes trabajan 48 horas semanales, es porque no le queda otra y van a preferir seguir trabajando en negro. Entonces, va a aumentar la informalidad y la desigualdad”, señaló por la pantalla de Canal 10. 

LA ECONOMÍA DESPUÉS DE OCTUBRE 

“Las expectativas están ancladas en el 22 de octubre. Luego, dependerá del resultado electoral. Las expectativas económicas penden de un hilo y se puede cortar si no hay cierta racionalidad en el manejo político de la transición de cambio de gobierno que es probable que ocurra”, dijo Ventre. 

En ese sentido, describió: “Si continúa el gobierno, sentiremos el impacto del “Plan Platita en el verano. Si hay un cambio brusco y vamos hacia la dolarización, habrá un traspaso rápido a precios de esas expectativas”. 

Fabio Ventre, economista y Subdirector IIE, en Con el diario del lunes-Redacción Abierta