A las 18 horas del viernes comienza la marcha Ni Una Menos, la séptima desde aquel 3 de junio de 2015 cuando las mujeres tomaron las calles del país con un reclamo claro: “¡Viva nos queremos!”.

En este contexto, el programa Redacción Abierta se propuso indagar sobre los avances conseguidos en la lucha contra la violencia de género y analizar las deudas pendientes, porque a pesar de la irrupción de la marea feminista las estadísticas no son favorables. Según el último informe del Corte Suprema de Justicia, en 2021 se cometieron alrededor de 251 femicidios, lo que promedia un crimen con motivos de género cada 35 horas. Si bien estos datos, reflejan un 13% menos que la cantidad de casos registrados el año anterior. Por otra parte, el comunicado de prensa del colectivo organizador Ni Una Menos informó que en lo meses transcurridos de 2022, se contaron 117 asesinatos.

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Para esto, el estudio de Canal 10 recibió a Mónica Reviglio, periodista especializada en asuntos de Género y línea fundadora Ni Una Menos; Josefina Rodríguez, comunicadora e integrante del Colectivo Ni Una Menos Córdoba; Laura Giubergia, periodista especializada en asuntos de Género, Fernanda González, periodista de los SRT; y a Luciana Jaime, conductora del programa "Otra Voz Ovaria" en Radio Universidad.

"Uno de los grandes logros del Ni Una Menos fue haber puesto la discusión en el seno de las familias y haber amplificado lo que entendemos por violencia de género, que hasta ese momento estaba más asociado a la violencia física y se extendió a las otra formas como la psicológica y la económica”, sostuvo Giubergia.

Y Rodríguez agregó: “Fue ponerle nombre a las violencias y sacarlas del ámbito de lo intimo, de la familia. Esto es un problema social y sucede en todos los ámbitos, no es algo que te pasa sólo a vos sino a todas las personas. De allí que la explosión fue tan fuerte”.

“El quiebre se dio porque el femicidio tocó la sensibilidad de la gente, cuando nos dimos de que te puede tocar a vos, a tu hermana, a tu hija. Sin embargo, ninguna se imaginaba que el Ni un menos iba a traspasar las fronteras, pero lo hizo porque es un reclamo de las mujeres de todo mundo el decir por qué tengo que morir por ello ”, dijo Reviglio.

En ese sentido, Jaime expresó que a partir de aquel junio de 2015 el foco se puso en el valor de la vida de las mujeres. “Hasta ese momento se venia hablando de crímenes pasionales, de muertes que eran números. No se mata por pasión, si no que se asesina a mujeres de manera sistemática y con omisión del Estado”.

Para González las mujeres estaban esperando el empuje que dio aquella marcha para animarse a hablar. “El basta era un grito que había que sacarlo, por eso se contagio tanto. No se podía seguir naturalizando las situaciones de violencia, da arrebatar la vida de mujeres, de dejar hijos sin madres”.

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LO QUE FALTA

Las invitadas coincidieron en que si bien los avances son muchos y significativos, queda un largo camino por recorrer, en el cual la mayor responsabilidad le cabe al Estado en sus diferentes niveles. También, señalaron que la sociedad debe revisar comportamientos y conceptos a través de la educación.

“Hemos avanzado un montón pero el Índice de femicidios no merma, no es que a partir del Ni una menos la tendencia es a la baja. Sigue siendo una problemática muy vigente, siguen muriendo mujeres en valores relativamente estables”, explicó Giubergia.

Por eso, para la conductora de “Otra Voz Ovaria" la pelea continúa. “No solo desde el feminismo ejercido en los medios de comunicación, sino con la ESI en las escuelas, desde el hogar en las crianzas de les niñes, conversando con nuestros amigos. Es una lucha que nos convoca a todes para lograr un cambio efectivo, para lograr cierta igualdad en el acceso a los derechos. Falta un tiempo pero se va dando”.

En cuánto al trabajo de los medios de comunicación, Reviglio opinó: “Nuestro rol es prevenir desde la información, cambiar el chip. Por ejemplo cuando se habla de mujeres se puede mostrar cualquier cosa, pero porque siguen considerando que somos objetos. Hay que modificar la mentalidad para que la imagen de una mujer desnuda deje de vender, la sociedad tiene que ver que está mal. El día que eso suceda hemos cumplido nuestro rol”.

La periodista de los SRT, González apuntó contra el Estado. “Se capacita con la Ley Micaela y ¿después qué hacemos? Nos ponemos el certificado en el pecho, pero falta pasar a la acción, que ese compromiso no se políticamente correcto. Falta la acción del Estado que haga cumplir las leyes, sino somos a todas, todos los días, en pequeñas acciones, siempre hay alguna cosita que te marca que sos mujer”.

Por su parte, la integrante del colectivo Ni Una Menos expresó:

“En la Justicia hay mucho por hacer, es un lugar al que hay que seguir apelando. Se está trabajando en un nuevo protocolo con perspectiva de genero cerca de cómo se investigan los casos tanto de femicidios y busca de personas, entre ellas trans”.

También las invitadas indicaron que hay que atender lo que suceden en las localidades que no son las grandes ciudades. “El 80% de los femicidios ocurren en el interior del país. No solo hay carencia de instituciones donde denunciar sino por la cercanía que existe entre la victima, el denunciado y la policía. Por eso, la importancia de que la prevención del Estado llegué a todos los rincones del país”, explicó Giubergia.

“Está faltando que la política publica sobre género. No pueden programas para la tribuna o un banner, hay que trabajarla todos los días. Si no bajan las tazas de femicidios es porque algo se esta haciendo mal. El Estado tiene que cambiar, tenemos buenas leyes, pero no se aplican”, sostuvo Reviglio.

Frente a esto, Jaime comentó que son necesarias más mujeres y disidencias a cargo de puestos importante donde se toman decisiones. “Nos representa gente que no nos representa, por eso las leyes no terminan de cumplirse, no pueden defenderlas porque no lo han vivido”, dijo.

“El femicidio es un homicidio evitable. Entonces, ¿Dónde están las políticas estatales y el presupuesto asignado”, concluyó Rodríguez.