¿Crisis del periodismo o crisis en los medios?
En una entrevista a fondo brindada a Canal U, el reconocido periodista y escritor Martín Caparrós reflexionó sobre los conflictos que atraviesan a la profesión, las características del periodismo transmedia, su posición respecto al lenguaje inclusivo y mucho más.
En una actualidad condicionada y afectada transversalmente por las redes sociales, el periodismo tradicional y la profesión como tal sin dudas tuvieron que adaptarse al incesante flujo de información, y sus características como la instantaneidad, la fugacidad y rapidez. Pero, ¿De qué manera afectó esto a la profesión? ¿El periodismo está en crisis debido a esto? ¿O sólo a los grandes medios?
El reconocido periodista y novelista argentino, Martín Caparrós, brindó una entrevista virtual desde España donde se refirió acerca de estas cuestiones en “Ciudad U”, el programa magazine de Canal U. El novelista detalló el motivo de su partida del diario estadounidense The New York Times, su nuevo proyecto “Chachara” y sus recuerdos de la visita a nuestra ciudad.
“El periodismo que vale la pena es el que te da lo que no estás esperando”, subraya Caparrós.
Al comenzar, Caparrós contó el motivo de su alejamiento de uno de los diarios más prestigiosos a nivel mundial, como lo es The New York Times, y cómo surgió su nuevo blog “Chachara”.
“Yo llegué a chachara.org porque a mediados del año pasado estaba harto de que en un viejo diario norteamericano con un cierto prestigio, donde yo escribía una columna cada dos semanas, pensaran que me podían decir lo que podía escribir y lo que no, cómo escribirlo y cómo no. Lo soporté durante un tiempo porque al ser aquellos de las letras góticas que tienen cierto atractivo, y al llamarse The New York Times, les toleré cosas que no debería haber tolerado pero en un momento me harté".
"Allí fue cuando decidí aprovechar las facilidades técnicas de la época para armar un lugar donde yo puedo escribir lo que quiero, cuando quiero y como quiero”.
“Se que de algún modo es un privilegio después de tantos años después de hacer esto, y también es un esfuerzo particular, pero lo que no me interesa son esos medios que se arrogan el derecho de decirte lo que tienes que escribir. Además el N.Y.T y muchos otros medios menos prestigiosos trabajan cada vez más para tratar de satisfacer a su público, y sabiendo lo que su público espera y tratando de darle eso que espera”, manifestó el escritor.
“Yo creo que el periodismo que vale la pena es el que te da lo que no estas esperando, el que de algún modo te sorprende haciéndote pensar o dudar por un momento de las cosas que creías saber”.
- Periodista: "Muchas veces escuchamos la frase: “El periodismo se encuentra en crisis”. ¿Cuál es tu mirada acerca de esa supuesta crisis?".
- Caparrós: “Al periodismo le tocó, como a todos los hombres, tiempos difíciles. Es una de las frases que más cito. Yo creo que el periodismo, al igual que otras actividades siempre está en crisis, afortunadamente porque esa sensación te hace buscar formas y maneras de algún modo distintas".
Asimismo, el novelista siguió: "Particularmente estos tiempos difíciles y esta crisis han cambiado mucho las formas técnicas en que se puede difundir y hacer circular la información hasta los últimos 20 años. Esto está condicionado por la irrupción de Internet, de los teléfonos móviles y de la hipercomunicación en que vivimos. Eso es lo que ha puesto en una crisis muy grave al modelo de difusión de las noticias que hegemonizó durante el siglo XX.”
Al referirse al contexto en el que vivimos, y la manera en que se fue transformando la profesión y las tareas propias de los periodistas, el novelista reflexionó acerca del acceso a la información en esta época y la diferencia de cómo se manejaba en el pasado.
“Hablo con la existencia de grandes diarios nacionales de referencia y espacios que tenían ese prestigio de ser aquellos donde se decía lo verdadero y lo indiscutible, etc... Eso podía funcionar cuando no había estas 800 fuentes de información que circulaban al mismo tiempo. Cuando la información podía segmentarse en -ciclos periódicos-, por eso es que se llamaban periódicos, porque la información cerraba a las 10 de la noche cuando cerraba el diario, se leía a las 8 de la mañana y había que esperar otro ciclo para que volviera a rearmarse, en fin, una cantidad de cosas que ya no suceden”.
"Los grandes diarios y grandes medios, efectivamente están en crisis pero quieren hacernos creer que su crisis es la crisis del periodismo. El periodismo no está en crisis, el periodismo está igual que siempre, buscando formas", manifestó Caparrós.
“Creo que esas nuevas formas tienen que ver con esa dispersión, con el hecho de que ahora no es demasiado complicado armar un medio, darle un espacio digital y lanzar esos mensajes; después que te vaya bien, que puedas seguirlos, que haya gente que lo siga, eso depende de las cosas que tengan para contar que valgan la pena, pero ya no es como era hasta hace poco, una barrera técnico-económica. Cuando yo comencé a trabajar en esto, para publicar una revista nueva o un diario, hacía falta mucho dinero, máquinas y mucho aparato, entonces esto quedaba reservado para unos pocos y muy obstaculizado. Ahora no, y eso creo que es una buena noticia”.
P: - "¿En qué momento fue el quiebre en que los grandes medios comenzaron a tener esta tiranía de la audiencia?"
M.C: - "Lo que pasó con los medios escritos, fue que en los últimos 15 años cayeron en la lógica del rating. Éstos no funcionaban según esa lógica, simplemente porque no había medios técnicos para hacerlo funcionar de esta manera. Un diario se publicaba, había más o menos gente que lo compraba, pero su director o jefe de redacción no podía saber exactamente por qué variaba la cantidad de gente que lo adquiría en distintos días. Podía suponer, pero no había forma de comprobarlo".
"La televisión en cambio sí funcionaba según esta lógica del rating. La radio un poco menos, y la prensa escrita no. Pero resulta que hace 10 o 15 años, se empezó a poder medir cuanto se lee cada noticia y a realizar un seguimiento de cada una, ya que los grandes medios tienen paneles que marcan esto. Esto hace que muchos caigan en la tentación de conseguir rating y publicar aquello que el público espera que se publique. Esto es un problema grave, porque muchas veces lo que el público pide o espera no es lo que uno llamaría buen periodismo".
P: - "¿Cuál es tu opinión acerca del uso del lenguaje y de la cuestión de género en el lenguaje?"
M.C: - "A mí personalmente me parece bien que el lenguaje no excluya, podría discutir las formas en que eso se hace. Personalmente la transformación y terminación de los sustantivos y adjetivos en -e- no me gusta mucho, pero es un problema estético. Al fin y al cabo un lenguaje es un conjunto de costumbres, ya que uno se va a acostumbrando y va aprendiendo a decir algunas cosas y otras no. Aquellas que uno no dice, son las que le parece erróneas".
En ese sentido, el periodista continuó: "Escribí hace unos años que estoy totalmente de acuerdo que el lenguaje no tenga preeminencia del género masculino cuando hablamos. A mí decir -nosotres- la verdad que no me termina de sonar. Me gusta más la solución de ser indistintos, aunque se pierde un poco de precisión. Estoy dispuesto a perder esa precisión, a cambio de ganar inclusión y mantener belleza. En todo caso estoy de acuerdo que encontremos las maneras de no ser excluyentes cuando hablamos".
P: -"¿ Qué recordás cuando estuviste por Córdoba?"
M.C: - "La verdad que fueron unos días muy raros porque me pasó algo muy estresante. Yo tenía que completar ese libro que trataba sobre un recorrido por las provincias argentinas, y me faltaban estas escenas de Córdoba y tenía que hacerlo pero alguien bastante cercano se enfermó esos días. Yo no podía dejar de hacerlo pero al mismo tiempo no veía nada”.
“Algo que siempre me acompañó que es -cierta posibilidad de ver y andar por ahí-, encontrarme cosas, escuchar y descubrir cosas para contar, y esos días en Córdoba me fallaron miserablemente. La pasé muy mal, pero no sólo eso, sino que me di cuenta cuanto tenía todo el resto del tiempo. Que me faltara esto, hacía que valorara más aún todos los demás momentos en que no me falta. -Tuve que trabajar como un perro- para reemplazar esa posibilidad de ver que esos días no tuve. Fueron unos momentos que para mi desgracia me enseñaron mucho, asique tengo un recuerdo particular pero no tan alegre de Córdoba. Hace dos años estuve de nuevo en Córdoba por el Congreso de la Lengua y ahí la pasé mucho mejor", finalizó Caparrós.