Musicoterapia para personas con discapacidad
Desde la carrera de Ingeniería Biomédica de la UNC, desarrollan dispositivos musicales para usar en encuadres terapéuticos, capaces de generar sonidos a partir de movimientos corporales.
A partir de un proyecto integrador de grado de la carrera de Ingeniería Biomédica de la UNC, un equipo interdisciplinario diseñó cinco dispositivos que pueden ser utilizados para la rehabilitación de pacientes con discapacidades múltiples durante sus sesiones de musicoterapia.
Fueron creados para personas que tienen alguna discapacidad motriz, neurocognitiva o trastornos del espectro autista, con el objetivo de que estos diseños de dispositivos, funcionen como instrumentos musicales.
La musicoterapia busca facilitar y promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos para satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas.
En esa línea, procura desarrollar potenciales o restaurar las funciones de las personas, de manera que puedan lograr una mejor calidad de vida a través de la prevención, rehabilitación y tratamiento.
En su nota para UNCiencia, Soledad Huespe de la Redacción, señala que el equipo estuvo integrado por Jessica Hrovatin, estudiante de Ingeniería Biomédica que obtuvo su título de grado con este trabajo, mientras que Diego Beltramone (ingeniero electrónico), Yamila Giorgi y Lucia Viera (ambas licenciadas en Musicoterapia) asesoraron en este proyecto integrador.
Los planos y explicaciones de cómo fabricar los equipos están alojados en POSTA, la plataforma de código abierto de tecnología asistida, y son el resultado de un proyecto integrador de grado de la carrera de Ingeniería Biomédica de la UNC.
“La musicoterapia es una disciplina del campo de la salud radicada en la experiencia sonoro-musical y allí entran en juego los dispositivos. Dentro de esta experiencia se genera un vínculo en la música entre terapeuta y paciente, y los dispositivos son los objetos sonoros que posibilitan la expresión musical. A través de esa interacción se trata de generar respuestas emocionales, neurocognitivas y motoras. Lo que se busca, en definitiva, es mejorar la calidad de vida de las personas”, apuntan Giorgi y Viera, respecto a su labor cotidiana en el Centro de Musicoterapia SEIRÉN de la ciudad de Córdoba.
Sobre los dispositivos
Los cinco dispositivos desarrollados generan sonidos a partir del movimiento corporal. Cada uno persigue una intencionalidad comunicativa. “Se analizaron diferentes posibilidades, incluso que la sonoridad de los dispositivos no fueran disruptivos para una sesión”, analizan las musicoterapeutas.
Descripción de cada dispositivo
Melo Color-Tracker | Es una pantalla de interacción donde pueden colocarse cuatro cuadrados virtuales. A cada uno se le puede modificar el color (rojo, verde o azul), el tamaño y asignarle una nota de la escala musical o bien grabarle un sonido.
“Allí la idea es utilizar la cámara de la computadora del musicoterapeuta para que el o la paciente pueda verse reflejada y tener una imagen superpuesta con estos cuadrados. Su tarea consiste en hacer coincidir los círculos de colores que tiene en sus manos con los cuadrados en la pantalla”, explica Hrovatin. El estímulo es un sonido preestablecido.
“Es un dispositivo muy interesante para neurorehabilitación, porque permite trabajar de simultáneamente el enfoque visual, la atención, la interacción con la persona terapeuta para hacer música y la motricidad. Es muy completo”, advierten Giorgi y Viera.
Multra | Cuenta con un sensor de ultrasonido que mide la distancia a la que se encuentra el usuario o la usuaria, a intervalos de cinco centímetros. Mientras más cerca esté la persona, más graves serán las notas generadas por el software; y mientras más alejada se encuentre, más agudos serán los sonidos.
El aparato permite incorporar sonidos de distintos instrumentos y se utilizó con pacientes con discapacidad motriz y mental. “Tiene mucha potencialidad. A nivel de representación permite un montón de desarrollos. Fue el más probado, el más fácil de ser usado y comprendido por quienes lo utilizaron”, aclaran las musicoterapeutas.
“Incluso a este dispositivo se le añadieron elementos de goma espuma de colores a modo de disfraz, como si fuera un personaje, para lograr mayor aceptación al utilizarlo, sobre todo en niños y niñas”, completa Diego Beltramone.
Ac-Gy | Produce sonidos a partir del movimiento de la mano. Posee dos modalidades de uso. En una, la escala de notas varía en concordancia con el movimiento de la extremidad. En la otra, un sonido elegido se activa cuando el movimiento realizado supera cierta aceleración.
“La idea era tener un instrumento que las personas pudieran ejecutar con la mano. Utilizamos un sensor que mide su posición y con los datos obtenidos variamos la escala musical desde el Do al Si. La otra alternativa detecta cuando la aceleración del movimiento supera un umbral cuya sensibilidad puede ser elegida por el musicoterapeuta para activar determinados sonidos”, explica Jessica Rocío Hrovatin.
“Sus posibilidades terapéuticas tienen que ver con ponerle sonido al movimiento. A veces la voz no está presente en pacientes, pero a través de este dispositivo se pueden poner gestos sonoros ante determinadas acciones y allí comienza el acto terapéutico. Es maravilloso”, completa Giorgi.
Mustick | Es un tablero con cinco botones conectado a la computadora de manera inalámbrica. A cada botón se le puede asignar sonido, que se reproduce cuando el o la paciente lo presiona.
AlfoMusic | Es semejante a un teclado donde a cada uno de sus botones se le puede asignar un sonido o mezcla de sonidos.
“Se trata de una alfombra de baile como las que existen en algunas casas de juegos donde las personas bailan y pisan en función de las luces que se prenden. AlfoMusic tiene la posibilidad de hacerlo parado, sentado o con cualquier parte del cuerpo. Permite activar distintos planos motrices”, aseguran desde el equipo. “Tanto Mustick como Alfomusic cuentan con una interfaz gráfica que permite crear perfiles y guardarlos para próximas sesiones”.
En los cinco casos, el diseño siguió la filosofía Open Source o de código abierto, de modo que los planos de los dispositivos puedan ser descargados desde la plataforma de tecnología asistida POSTA (https://postaproject.org) y replicados o modificados por quienes lo deseen. “Cada uno de estos dispositivos tiene su propio proyecto en POSTA, para poder acceder a sus detalles”, explica Beltramone.
De todos modos, los instrumentos son el inicio de un proyecto que continúa con el desarrollo de mejoras y nuevos dispositivos.
“La filosofía open source es amigable con el desarrollo de productos de bajo costo, fácil adquisición y fácil armado para que puedan ser replicados por quien lo desee en el área de la musicoterapia. Las tecnologías asistivas son de mucha ayuda técnica y buscan promover la autonomía de las personas con discapacidad, facilitando su inclusión educativa, social y mejorando su calidad de vida”, culmina Hrovatin.