Alberto debe reaccionar ya mismo
Después de tres años de un Gobierno que fue votado para repudiar el acuerdo con el FMI y las consecuencias de pobreza que dejó la administración de Macri, sólo queda desilusión que pronto se transformará en bronca. La mitad de los Argentinos en la pobreza, aumentos de precios incesantes y presiones permanentes del Fondo, crean condiciones inaceptables para lo que nació siendo un gobierno popular y que al principio tuvo interesantes logros.
De nada sirve declarar buenas intenciones y objetivos, sí después no se cumplen ni concretan. Presiona el Fondo y el Gobierno cede convalidado una deuda que nació ilegal. Presionan los empresarios y el Gobierno cede consintiendo, por inacción, aumentos desmedidos de precios, contrabando y evasión fiscal. Presionan los grandes medios con mentiras y el Gobierno no los contrasta con la cadena nacional. Presionan la Corte y los Jueces macristas y el Gobierno no reacciona ni se defiende con DNU y otras herramientas a su alcance. Ésto ya es intolerable e insostenible.
La derecha es una agenda económica de explotación y acumulación de la riqueza en pocas manos. Esta derecha, cada día más facciosa, cuestiona todo incluso la Democracia misma. Ellos ponen en jaque al sistema de convivencia decidido por la Constitución Nacional y no les importa nada del sufrimiento de las grandes mayorías populares. Frente a todo esto el Gobierno de Alberto Fernández no hace casi nada que resulte eficaz. Esto causa tristeza y desazón entre sus adherentes que esperaban otra cosa.
El macrismo perdió la última elección presidencial pese a los 46 mil millones de dólares que EEUU le dio para financiar su campaña. Perdió porque el Frente de Todos despertó la esperanza de un país más justo y equitativo. Hoy aquella esperanza se ha perdido. Tal vez sea el momento justo para disolver el Frente y crear un nuevo espacio político que resulte más valiente y osado. Una renovada conducción política que comience de inmediato a luchar contra los salvajes designios del neoliberalismo que, desde posiciones cada día más fascistas, sólo llevan a la Argentina a más y más pobreza y sometimiento.
Ya es hora de una nueva Mesa de Dirección Nacional que busque consensos básicos y actúe de inmediato. Ya no hay tiempo de esperar el crecimiento para después redistribuir. Eso no pasa jamás. Es un cuento de la derecha para seguir acumulando riqueza en pocas manos. La derecha ya mostró que está dispuesta a todo, incluso a asesinar y cometer terrorismo. Los líderes democráticos de la coalición gobernante deben reaccionar ahora, ya mismo. Antes que la bronca se los lleve puestos y la gente termine votando por opciones que de democráticas tienen muy poco.