La semana pasada, en esta columna repasamos cómo cierran las encuestas para el gobierno nacional después de 12 meses de gobierno y casi 14 meses desde la victoria del Frente de Todos en la elección de octubre del 2019.

Resulta pertinente revisar también cómo cierra el año para la oposición. Según una reciente encuesta nacional de la consultora Analogías, casi 31% cree que la oposición está colaborando mucho o bastante con el gobierno nacional para enfrentar la crisis, mientras que casi 59% cree que colabora poco o nada (gráfico arriba).

Esto arroja para la oposición un saldo desfavorable de 28,3 puntos porcentuales, lo que sugiere que su postura es percibida como poco constructiva. El análisis de tendencias puede profundizarse con el repaso de las respuestas que la consultora Zuban Córdoba midió en su informe de noviembre pasado relativo a las marchas de la oposición contra el gobierno nacional: si bien un 56% de las menciones se asocia a los motivos que la oposición agita en sus movilizaciones (intervención de la justicia, coerción de las libertades individuales y mala gestión de la cuarentena, entre otros), casi un 40% de las respuestas se refiere a posturas de negatividad neta: “por el solo hecho de oponerse” (15,6%), “porque quieren que se vaya el gobierno actual” (14,4%) y “porque perdieron las elecciones” (9,5%; gráfico abajo). Como era previsible, en esas respuestas aparecen luego los matices por voto anterior.

Por otra parte, las últimas reapariciones mediáticas de Mauricio Macri arrojan un desempeño aun peor que el de la oposición en su conjunto: según Analogías, apenas 21,5% cree que las declaraciones y entrevistas del ex presidente son mucho o bastante constructivas para resolver los problemas del país, mientras que 69,3% cree que son poco o nada constructivas (gráfico abajo). En este caso, el saldo desfavorable trepa a casi 48 puntos porcentuales, lo que implica un liderazgo en declive dentro del mapa opositor.

Confirmando la tendencia a una regularidad estadística, ese consenso negativo en torno al 70% vuelve a aparecer cuando se indagan las preferencias respecto a que Macri vuelva a ser presidente en 2023.

Según la consultora Rouvier & Asociados, 70,3% dice que eso no le gustaría, mientras que 24,1% dice que sí (gráfico abajo). Ambas proporciones están en el mismo orden de magnitud de las respuestas anteriores en Analogías, es decir, entre 20 y 30% favorable vs 60-70% desfavorable, respectivamente.

En términos de opinión pública y preferencia electoral, esto implica que Macri logra fidelizar la misma proporción que lo votó en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de agosto de 2015 (24,5%); es decir, retiene a su núcleo duro, pero está por debajo del caudal acumulado por Juntos por el Cambio en octubre de 2019 (40,28%) e incluso en las primarias de agosto del mismo año (32,94%).

Aunque ese declive no puede considerarse definitivo, se corresponde con una situación en la cual el mapa opositor tiene que reprocesar liderazgos de cara al 2021 y al turno electoral del 2023. La derrota nacional de 2019 devolvió a Macri y a algunos de sus ministros al llano, mientras que otros referentes revalidaron sus pergaminos en las urnas.

Es el caso de Horacio Rodríguez Larreta, quien ganó la reelección como jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) sin necesidad de ballotage (un logro que Macri nunca alcanzó) y hoy le disputa al fundador del PRO la condición de líder de la oposición: según la última encuesta de Taquión, Larreta roza el 19% en esa percepción, mientras que Macri roza el 14% y Patricia Bullrich el 12% (gráfico abajo).

Esto plantea un panorama de indefinición en la disputa por ese atributo, con una ventaja para Larreta que hoy no puede considerarse estadísticamente significativa. En cambio, el jefe de gobierno de CABA sí le saca una ventaja muy significativa a Macri en imagen: mientras el promedio de las últimas encuestas arroja para el ex presidente 29,4% de calificación positiva vs
68,2% de negativa, Rodríguez Larreta alcanza 53,5% de positiva vs 38,4% de negativa en el promedio de las últimas mediciones.

Esto ubica al último estudio de Rouvier & Asociados como el más representativo de la serie reciente: allí, el jefe de gobierno roza el 53% de positiva, con casi 38% de negativa (gráfico abajo).