El antídoto al golpe está en el pueblo
En estos días se advierten embates muy fuertes para producir un adelantamiento de las elecciones. El partido judicial presiona a Cristina, una parte del campo presiona por la devaluación, los formadores de precios presionan con aumentos, los medios hegemónicos presionan al Presidente y la oposición neoliberal presiona desestabilizando con todos los recursos a su alcance. Frente a éste panorama sólo se ven dos caminos posibles. O se cede o se resiste y enfrenta. Este es el gran dilema actual en Argentina.
Frente a una embestida golpista es un error buscar la salvación en los EEUU o en el FMI. A todos lo que lo intentaron les fue mal. Recuerdo tres ejemplos que viví muy de cerca, Alfonsín, Angeloz y De la Rúa. La solución y la respuesta para salir de una crisis como la que hoy vivimos, nunca está afuera sino adentro. En última instancia siempre es el Pueblo movilizado quien tiene la última palabra.
Resulta sorprendente la poca reacción que muestran los constructores del actual oficialismo. Cristina, Alberto, Massa y muchos políticos más están como atontados frente a los golpes del mercado. Pareciera que a la iniciativa siempre la tienen los medios, o los jueces, o el campo, o los dirigentes opositores. Cuando en realidad la madre de todas las iniciativas está en la movilización popular.
En estos tiempos hay un libre juego de tensiones que la oposición aprovecha muy bien, debilitando a un Gobierno que sí bien acierta con medidas macro económicas, no logra apoyarse en el pueblo que lo votó. Alberto Fernández no explica adecuadamente las causas de la inflación y de los bajos salarios y la gente comienza a culparlo por ambas cosas. A esta altura del conflicto lo único que evitará un anticipo de las elecciones será un gobierno popular explicando lo que pasa, que se muestre unido y que tome medidas diariamente a favor de la gente.
La sociedad Argentina ha logrado emerger de muchos abismos en su historia. Aún está fresco en la memoria colectiva el endeudamiento macrista y el gobierno nacional tendría que esforzarse con urgencia en dos aspectos centrales. Primero en dar todas las batallas, incluso las que se pierden, explicando muy bien cada tema a los ciudadanos. Segundo, enfocarse en convocar a la Movilización popular permanente de todos los Sectores que aún lo apoyan. Esperar soluciones externas sólo será motivo de lamentos.