Falta crear una mesa democrática en la Argentina
El hombre es el lobo del hombre o el hombre nace bueno y es la sociedad la que lo envilece y corrompe ? Este es un dilema en la ciencia jurídica y también es una pregunta que muchos simples mortales nos hacemos cuando ocurren hechos sociales trágicos, como ha sido el atentado contra Cristina. Lo cierto es que el odio se construye. Primero con palabras, luego con estigmas y finalmente con violencia física o psicológica. Pero el odio no se crea a sí mismo, siempre lo crean los que buscan un propósito y en general ese propósito son la ambición y la codicia.
En Argentina al odio contra Cristina y lo que ella representa, lo han creado los poderosos del norte y sus socios vernáculos. Ellos sólo buscan hacer negocios, llenar sus arcas y explotar a los trabajadores. Para ello no trepidan en remover cualquier obstáculo, ya sea una persona, un Movimiento o una Democracia sí fuera necesario.
Sería un error pensar que el grupo terrorista que intentó el magnicidio, no tenga detrás y arriba a personas muy poderosas. La Sociedad debe preguntarse quién los mandó y quién les pagó. Éstos son los interrogantes clave para poder conocer la magnitud de la entente. La Justicia debe actuar y aplicar la ley, pero las demás Instituciones democráticas y sus referentes sociales y políticos, tendrían que enfocarse en lo que hay que hacer para prevenir y contrarrestar la violencia.
Por suerte o milagro el arma falló. Pero antes del arma han fallado los mecanismos de prevención de la sociedad. En el fondo han fallado los Árbitros de la Sociedad. Hoy nos podemos imaginar el caos que hubiese acontecido con todo su dramatismo. Pero la gran pregunta es a quiénes hubiese beneficiado. Pensando en esto tal vez nos acerquemos un poco más a la verdad.
Cometeríamos un grave error como Sociedad democrática sí pensamos que esto fue un hecho aislado producido por un grupo de locos e inadaptados, o sí pensáramos que otros hechos no van a ocurrir. Puede haber mucho más detrás de los autores materiales y por eso es tan importante que la Oposición no rechace el diálogo. No sería sólo falta de altura moral y política, sería aval por el silencio. Resulta muy grave que la Presidencia del PRO aún no haya repudiado el atentado.
El Gobierno Nacional también tiene responsabilidad y aún nos debe mucho a los Argentinos. Falta decisión y acción. Falta firmeza y falta autoridad. Falta convocatoria al diálogo con los que quieran dialogar. Falta comunicar, falta lapicera y falta, sobre todo, crear una Gran Mesa Nacional, donde se noten las sillas vacías de los que no quieren la Democracia como sistema político de convivencia pacífica.