Juntos por el Cambio tiene su feria de vanidades
Análisis de Eduardo Bocco
Las intrigas y las dudas siguen gobernando el armado de las listas de la oposición para estas elecciones de medio término, especialmente en Juntos por el Cambio donde las certezas siguen escondidas.
Está claro que Luis Juez y Gustavo Santos armaron un equipo, pero algunas voces del Frente Cívico remarcan que todo está por verse y tampoco descartan desarmar la dupla si apareciera una señal clara para consolidar la unidad de la alianza opositora.
Juez sabe perfectamente que los dos potenciales candidatos que mejor miden en las encuestas son Mario Negri y él mismo. Los sondeos que revisa lo inquietan bastante porque advierten que Santos –anotado como primer precandidato a diputado nacional– sigue teniendo un alto nivel de desconocimiento. Y que precisamente por eso no crece en la intención de voto.
Del otro lado de la interna, persisten las indefiniciones. Negri no dice si se presentará o no como candidato al Senado, pero da algunas pistas. Por ejemplo, encargó una encuesta de 1.200 casos presenciales en la provincia con el objeto primordial de analizar su situación personal de cara a estas elecciones.
En el entorno del jefe del interbloque de diputados nacionales de Juntos por el Cambio descuentan que en una interna “Negri le gana a Juez 60 a 40”, aunque no afirman ni niegan que el titular de ese sector se presente a los comicios.
Enterados de ese trabajo, los juecistas primero reconocen que la pulseada “será muy pareja”, pero de inmediato indican que Juez está en condiciones de superar a Negri. “Si tenemos claro que los dos están por encima del resto”, razonan.
Entre la furia y la calma
Mientras tanto, el titular del Frente Cívico sigue apegado a un libreto clásico que ya le reportó buenos dividendos hace algunos años: volver al estilo filoso, intercalando chistes con agresiones verbales. Esta estrategia la pone de manifiesto en los medios de la ciudad de Buenos Aires, sobre todo las radios.
Cuando baja a Córdoba, sus conceptos ante los medios provinciales son más edulcorados y relajados, porque cree que la crítica dura a los oficialismos termina generando rechazos.
¿Qué sentido tiene, entonces, que vaya a Buenos Aires y exhiba un discurso más de barricada?
Muy simple, según el análisis de los dirigentes que rodean a Juez: “Los que deciden la integración de las boletas de Córdoba viven en Buenos Aires, y les encantan ese perfil casi tosco que muestra Juez en algunas oportunidades”.
Como se ve, no hay improvisación ninguna, más bien todo lo contrario, incluso a la hora de pronunciar mensajes empapados de humor e ironía, que simulan ser producto de la improvisación.
En su carril, Negri evita dar precisiones y sólo se filtran algunos cuestionamientos hacia Mauricio Macri. Eso al menos es lo que se manifiesta desde su entorno, con lo que queda claro que después de las declaraciones del ex presidente –elogió a Juan Schiaretti y dijo que el radical tiene perfil legislativo antes que ejecutivo– algo se quebró en la relación política y personal que mantenían.
Después queda por ver qué ocurrirá con Sumar, con Rodrigo De Loredo a la cabeza. El concejal de la ciudad de Córdoba también navega por la incertidumbre y no termina de dar vuelta sus cartas. Tiene ofrecimientos de ser candidato a diputado nacional en tercer lugar desde ambos sectores, aun que Juez se frenó y quiere ver qué pasará con el Congreso radical, dominado por mestristas y negristas.
De Loredo amaga también con presentarse como candidato a primer senador nacional en una lista propia, que llevaría a Javier Bee Sellares como aspirante a la Cámara Baja nacional.
Pero a este partido le falta un jugador: Ramón Mestre. El exintendente de Capital se aferra a la tabla de una candidatura a diputado nacional para empezar a recuperar su imagen. Está aliado a Negri y hoy no hay nada que lleve a pensar que ese acuerdo se quebrará
De momento, en Juntos por el Cambio se atraviesa la hora en que todos los oferentes muestran sus productos en esta feria, que se parece mucho a una feria de vanidades.