Noviembre, ¿mes bisagra? El clima de opinión socio-económico en las encuestas
Con un semestre completo en pandemia, el fin del mes de octubre mostró una agenda de demandas sociales en la cual la preocupación por la economía desplazaba a los temas sanitarios al segundo lugar. Pese al impacto ocasionado por el Covid-19, aun así la expectativa positiva respecto a la economía supera levemente al pesimismo en esa materia por 51,5% a 46% (gráfico arriba).
Octubre fue también el mes en el cual el gobierno nacional definió el empoderamiento del ministro de Economía Martín Guzmán para ponerle el “cascabel al gato” del problema cambiario: con una batería de medidas, el funcionario que logró un exitoso canje de deuda privada y ahora tiene que resolver la deuda con el Fondo Monetario Internacional logró una “pax cambiaria” durante un par de semanas que fue nuevamente puesta a prueba en estos días, dado que el mercado está atento a las negociaciones con el FMI.
En este marco, según la encuesta más reciente de la consultora Clivajes, el optimismo económico a futuro (51,5%) está en el mismo orden de magnitud que la confianza que despierta el gobierno nacional para resolver los problemas económicos: 54,5%. Al mismo tiempo, el pesimismo (46%) está en el mismo orden de magnitud que la desconfianza: 44,9% (gráfico abajo).
La última medición de expectativas económicas pospandemia de la consultora Rouvier & Asociados, realizada a fines de octubre, muestra algunos matices respecto al sondeo de Clivajes: según Rouvier el optimismo se ubica un poco por debajo del 50% pero se mantiene estable en todo el segundo semestre, mientras que el pesimismo (también amesetado) no llega al 20%, dado que aparece una categoría de respuesta intermedia que alcanza casi 30% de participación: la relativa a que la economía “va a seguir igual” (gráfico abajo).
Así, el desafío del gobierno nacional es avanzar en la agenda “pospandemia”, ahora que volvió a aplanarse la curva del Covid-19 en el país mientras que Europa y Estados Unidos sufren rebrotes similares a los peores momentos. Así, el presidente Alberto Fernández y su ministro Guzmán tienen enfrente un panorama de expectativas económicas de “curva aplanada”, dado que la llegada del coronavirus en marzo rompió todos los planes de reactivación cuando el oficialismo llevaba apenas tres meses de gestión. Ya con las vacunas contra el coronavirus en el horizonte, la apuesta es dejar atrás las medidas de aislamiento localizadas geográficamente, avanzar en el distanciamiento donde sea necesario y liberar aquellas zonas y actividades no comprometidas por la pandemia.
En este panorama, se impone una pregunta clave: ¿cuándo esperan los argentinos que el actual gobierno comience a mostrar resultados positivos en el manejo de la economía? Según la encuesta más reciente de la consultora OhPanel, 21% de los electores argentinos espera mejoras en un plazo de 3 a 6 meses, 29% la espera dentro de un año, 7% dentro de dos años o más tiempo y 33% no espera resultados positivos; un 10% no sabe (gráfico abajo).
Así, el 57% considera que la economía mejorará, lo que es el valor más bajo de la serie evolutiva medida por esa consultora, pero con el matiz no menor de que ese estudio se cerró el 3 de noviembre (es decir, antes de las recientes noticias sobre la llegada de las vacunas).
Asimismo, ese guarismo está en el mismo orden de magnitud que la confianza en la capacidad del gobierno para resolver los problemas económicos que vimos en el estudio de Clivajes arriba, lo cual demuestra la consistencia del dato en términos de tendencia.
El estudio de OhPanel también destaca como aciertos o aspectos más valorados de la gestión del gobierno nacional a los subsidios y asistencia económicas por el Covid-19, el congelamiento de tarifas y la renegociación de la deuda externa (protagonizada por Guzmán), al mismo tiempo que destaca a la ausencia de un plan antiinflacionario y la falta de un plan económico de reactivación como desaciertos o aspectos menos valorados en esa materia (gráfico abajo).
En este marco, el gobierno nacional juega un partido clave en esa materia. Si el presidente Alberto Fernández y el ministro Martín Guzmán aciertan, en las próximas encuestas podría verse un impacto en la imagen del oficialismo y/o en las expectativas socioeconómicas de cara al 2021, año en el que la gestión del Frente de Todos atravesará las elecciones legislativas de medio término.