Passerini, el hombre que le dio al “partido cordobés” un triunfo vital

Que nadie sepa con certeza qué va a pasar, a priori, puede sugerir una democracia con algo de salud. Pero nada es fácil, simple en política. No vamos a hablar en esta nota de las “torpezas”, por usar un eufemismo y remarcarlo con comillas, por parte de las juntas electorales durante la elección provincial como la municipal que acaba de cerrar. Desde esos organismos simulan no estar a la altura de la democracia. Nada es simple, fácil en política.

A las 18.25 horas el ritmo en Quorum Córdoba Hotel es marcado principalmente por los trabajadores de prensa. Hay medios locales, provinciales, nacionales (es decir, porteños). La elección por la Capital es más que eso: implicará una nueva configuración política en Córdoba y Argentina, sea cual sea el resultado.

Martín Llaryora, ya líder de la renovación generacional del PJ Córdoba, se juega más que la posibilidad de articular alianzas clave con su actual viceintendente. Una victoria del yerno de Oscar Aguad sería un pésimo arranque para el “partido cordobés” con el que Llaryora quiere abrirse campo en el escenario nacional.

Daniel Passerini y Rodrigo de Loredo saben que la victoria está al alcance, con un núcleo duro de votantes para cada espacio. Quizás por eso desde ambos equipos la campaña se centró en el otro, invitando al barro de las polémicas cruzadas. Esta elección “palo a palo” recién tendrá sus primeros números a las 21 horas, cuando se estima que el conteo provisorio superará el rango del 40 por ciento. Es obvio que el peor temor de los candidatos es perder por lo mínimo, después de semanas de exposición. 

Sea hacia un lado u otro, se define no sólo la intendencia de la Capital sino la articulación posible entre dos administraciones gigantes -de profundo impacto en nuestras vidas cotidianas-. En esa sugerencia osciló el diferencial con que Hacemos Unidos por Córdoba persuadió a los capitalinos. ¿Qué va pasar? Aquí en Quorum, como en Alto Botánico donde Juntos por el Cambio montó su búnker, nadie festeja por anticipado. Faltan minutos para tener las primeros datos.

La mañana del domingo amaneció con una nueva consigna, deseo oficial: “Gana Passerini". Desde 1983 el PJ no pudo renovar mandato en el Palacio 6 de Julio. El exministro de Solidaridad tiene doble presión: ganar la elección y darle además un empujón potente a Llaryora, quien sin dudas buscará trascender los límites de esta bendita provincia. 

Córdoba refuta a Jorge Luis Borges: aquí según dicen la democracia no es el abuso de la estadística. En las elecciones provinciales el margen a favor de Llaryora sobre Luis Juez, en Capital, fue de 56.219 votos (brecha en el conteo de 7,6%). Puede sonar extraño, pero nada garantiza que los votos que le dieron los capitalinos a Llaryora vayan directamente a su vice. Estadística y democracia especulativa…

 Los primeros datos provisorios de la elección se conocerán a partir de las 21, una vez que esté procesado el 40% de las mesas. A esa hora, Passerini se ve festejando. Y Llaryora, en el escenario que imagina Passerini, respirará aliviado.