Qué dicen las últimas encuestas sobre la imagen de Sergio Massa
Desde ayer jueves 28 de julio, Sergio Massa se reposicionó: de ser presidente de la Cámara de Diputados de la Nación (fruto de un cargo electivo obtenido en las elecciones de octubre de 2019), ahora avanza para convertirse en “superministro” del Frente de Todos (FDT) en el cambio de gabinete con el cual el oficialismo apuesta a dejar atrás la crisis desatada por la renuncia de Martín Guzmán al ministerio de Economía a principios de julio. ¿Qué dicen las últimas encuestas sobre quien asumiría como nuevo “hombre fuerte” del Gobierno nacional? Según una reciente medición de CB Consultora, Massa roza el 31% de imagen positiva vs 62,4% de negativa, una performance similar a la de otras figuras oficialistas, como la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (31% vs 66,5%, respectivamente), Daniel Scioli (31,8% vs 61,4%) y Axel Kicillof (31,1% vs 31,6%; gráfico arriba). También está relativamente cerca del ex presidente Mauricio Macri, de Juntos por el Cambio (JXC), contra quien compitió en 2015 (34% vs 63,3%) y aventaja a otra figura de JXC como Gerardo Morales (23,8% vs 35,8%).
Otra reciente medición, en este caso de Opinaia (gráfico arriba), arroja números similares para el tigrense: 28% de imagen positiva vs 63% de negativa, aunque aquí varias figuras de la oposición de JXC (como Facundo Manes, Javier Milei, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal) aventajan a las del oficialismo, con lo cual Massa queda más relegado que en el estudio de CB pero se mantiene relativamente cerca de Macri (35% de positiva vs 62% de negativa, respectivamente). A su turno, la encuesta más reciente de Solmoirago lo ubica con casi 25% de positiva vs casi 66% de negativa, con leve ventaja sobre CFK (+24,4% vs -70,7%) pero también en un rango similar a otros dirigentes del FDT, como Scioli (+23,5% vs -66,9%) y Alberto Fernández (+26,1% vs -70,3%). En cambio, aparece rezagado respecto a figuras de la oposición como Bullrich, Macri, Larreta, Milei y Manes, que en este caso aventajan a las del oficialismo.
En tanto, según la última encuesta de Reale-Dalla Torre, Massa tiene 18% de imagen positiva vs 56,3% de negativa, ubicándose en una situación relativamente más favorable que la de Fernández (+18,4% vs -66,3%), Scioli (+17,6% vs -66,3%) y apenas relegado respecto a CFK (+24,1% vs -63,1%; gráfico abajo). También aquí figuras de la oposición como Milei, Larreta, Bullrich, Vidal y Macri aventajan a las del oficialismo.
La encuesta más desfavorable para Massa de la serie reciente es la realizada por Synopsis, donde registra apenas 14,7% de positiva vs 69%, de negativa, ubicándose por detrás de todas las figuras del FDT, con menor imagen favorable y similar imagen desfavorable (gráfico abajo).
En sentido contrario, la encuesta más favorable de la serie reciente para Massa es de Rouvier & Asociados, donde roza el 35% de imagen positiva vs casi 63% de negativa, lo que lo ubica en empate técnico con Alberto Fernández (+35% vs -62,1%) y CFK (+36,2% vs -63,1%). También queda cerca de Macri (+37,3% vs -62,1%), pero rezagado respecto a otros dirigentes opositores como Rodríguez Larreta, Bullrich, Vidal, Manes y Milei, que presentan imágenes positivas en el rango del 40% al 50% y negativas menores al 50% (gráfico abajo).
Finalmente, si comparamos estas encuestas con el promedio de las últimas 10 mediciones nacionales, la media arroja para Massa 32% de imagen positiva vs 60% de negativa: esto ubica al estudio de CB como el más representativo de la serie reciente. Así, se puede concluir que es un dirigente competitivo, pues la diferencia de su performance respecto a otras figuras políticas de relieve incluidas en ese informe no resulta estadísticamente significativa. En lo comparativo, está relativamente cerca de otras figuras del FDT (CFK, Scioli, Fernández) y también resulta competitivo frente a opositores como Macri y Morales, sobre todo. Ahora, si se confirma su asunción como “superministro”, el tigrense enfrentará un desafío que puede favorecerlo de cara a una potencial precandidatura presidencial en 2023 pero también dejarlo fuera de carrera si no consigue mejorar el metro cuadrado de los electores en términos de bienestar socioeconómico percibido.