Una mirada sociológica de la religión
¿Por qué es importante, para disciplinas científicas seculares, estudiar lo religioso? Una primera respuesta tiene que ver con la demografía. La mayoría de los habitantes del mundo (un 90%) creen en algo supra-humano, y aproximadamente un 85% se identifica con una tradición religiosa. Y es probable que esta tendencia continúe, e inclusive crezca en los próximos 50 años, ya que los creyentes son cada vez más jóvenes, tienen más hijos y tienden a pasarles a ellos sus creencias.
Si usted es profesional y vive en una ciudad (de occidente), esto quizás le parezca extraño. Probablemente sus interacciones diarias se realicen mayormente con ‘no creyentes’. En algunos círculos, como los grupos profesionales de estatus socio-económico medio/alto en el hemisferio occidental, parecería que hay más personas no-afiliadas que religiosas. Y en ese contexto, como el de Córdoba, es cierto; los profesionales, sobre todo los académicos y las elites intelectuales, tienden a ser no creyentes, o en muchos casos, creyentes que no se identifican con ninguna tradición religiosa. Estos también se conocen como ‘nones’ (o sea ‘no’ creyentes y ‘no’ afiliados). Los otros dos grandes grupos de ‘nones’ son la gente que vive en China y Europa Occidental. Estas tres poblaciones (elites intelectuales, chinos, y europeos) tienen tasas de natalidad bajas y un promedio de edad mayor que el de los creyentes.
Otra manera de responder a la pregunta acerca de la relevancia de estudiar religión tiene que ver con razones históricas. Una existencia puramente secular no ha sido lo común en la historia humana. Guste o no, la historia muestra que casi todas las sociedades humanas han tenido algún tipo de prácticas religiosas. La excepción son algunos regímenes del siglo veinte (nazismo y comunismo) que prohibieron la religión.
Podemos asumir que en los próximos cincuenta años los seres humanos estarán involucrados en algún tipo de práctica religiosa. Eventualmente algunas formas religiosas podrían desaparecer, y nuevas religiones pueden emerger. Lo que es seguro es que, en el futuro, lo religioso tendrá un aspecto distinto al que tiene hoy. La religión no es un conjunto inmutable que se acepta o transmite como un paquete cerrado. Es un espacio de relaciones humanas, abierto a cambios y transformaciones, con viejas lealtades y nuevas solidaridades. En todo caso, aun cuando los jóvenes tienden a ser menos religiosos que sus mayores, podemos esperar que, en el futuro cercano, las religiones seguirán siendo importantes para la mayoría de las personas en el mundo.
Las religiones son importantes porque proporcionan sentido e identidad, guían las acciones cotidianas de muchos individuos y ayudan (o, mejor dicho, pueden ayudar) a esas personas a definir que consideran correcto e incorrecto. Las religiones son una forma de definir lo sagrado.
Por supuesto, las tradiciones religiosas no son las únicas construcciones culturales que dan significado, identidad o una conciencia moral. Y por supuesto, la religión no influencia a todas las sociedades de la misma forma. Pero lo religioso es uno de los elementos que configuran un imaginario social. Las experiencias religiosas afectan la manera en que las personas se relacionan con otras, en que toman sus decisiones, ya sean afectivas, personales, políticas o sociales. La religión moviliza tanto como la raza, el género, la clase social y las ideas políticas.
A la vez que estudiar lo religioso nos ayuda a comprender mejor a muchos habitantes del mundo, también sirve para entender mejor a la minoría de los ‘no afiliados’. ¿Qué nos dice su no afiliación respecto a la religiosidad en aquella sociedad? ¿Cómo se perciben entre sí, y cuáles son las diferencias en la vida diaria entre creyentes y no-creyentes?
Entre las muchas maneras de estudiar religión (se la puede estudiar desde la teología, psicología, ciencia política y muchas otras disciplinas), la sociología no se ocupa de los orígenes de la fe, la exactitud de los dogmas, ni del comportamiento correcto moral que deben exhibir los seguidores de una tradición; o cómo la religión influye en la salud mental de las personas. La sociología se enfoca en las repercusiones sociales que la religión tiene sobre la vida de las personas; y viceversa, cómo las transformaciones de la vida social afectan la religiosidad de los distintos grupos humanos. Explora las interacciones entre la religión y otros constructos sociales, como la política, la economía o la cultura. En este libro, propongo explorar la interacción entre dos construcciones sociales: religión y modernidad.
Un avance del libro puede descargarse aquí