Una torpeza que terminó en escándalo
La nueva ministra de Salud del gobierno nacional, Carla Vizzotti, es una destacada funcionaria y reemplazará a Ginés González García al frente de la cartera que fue una brasa caliente desde la tormentosa llegada de la pandemia.
Se sabe ya que Ginés se autodestruyó creando un consultorio vip en las sombras de su cartera para que primeras figuras y algunos parientes se vacunaran con la Sputnik V.
“Hablá con Ginés”, era la frase que recibían los amigos del poder –con más de 70 años o con muchos menos en algunos casos– cuando pedían una dosis por afuera del circuito– y se vacunaban en ese consultorio secreto, obviamente vedado a los ciudadanos de a pie.
El jueves 19 de febrero, fuentes de la Casa Rosada aseguraron que llegaron médicos y enfermeros del Hospital Posadas con al menos 12 dósis de Sputnik. Fueron vacunados legisladores oficialistas, funcionarios y hasta colaboradores de dirigentes de la primera línea del oficialismo.
Horacio Verbitsky reveló que se vacunó con la Sputnik V, gracias a una gestión de su “amigo” Ginés González García y que lo hizo en un consultorio montado en la misma cartera de Salud.
Eso destapó la olla y estalló el escándalo. Ahora, se trató de un error inconcebible de Verbitsky . Por lo pronto, a las pocas horas el dueño de la radio El Destape, Roberto Navarro, dijo que levantó la columna que el reconocido periodista tenía en la emisora. El Cels también tomó distancia.
Lo cierto es que las dudas persisten porque el propio Navarro consideró que hay “operaciones” aunque no las detalló.
¿Fue un error o una jugada estratégica para terminar de derrocar al alicaído Ginés?
Vizzotti es una funcionaria técnica que recibió numerosos elogios durante la pandemia, aunque fue centro de críticas opositoras cuando se supo que había viajado a Moscú en secreto, poco antes del convenio con el gobierno ruso.
De la alineación política de la nueva ministra se sabe poco, porque ella evita exponerse con este tema, pero tiene afinidad con Cristina Fernández, según revelan fuentes de la Casa Rosada allegadas al Presidente y de La Cámpora.
En el delicado equilibrio entre el presidente y la vice, la nueva ministra engrosaría las tropas de la jefa del Senado dentro del gabinete de ministros. Ahora bien, hay que mirar con detenimiento como quedan las estructuras de segundas y terceras líneas, compuestas mayoritariamente por técnicos que llegaron de la mano del funcionario saliente.
Por lo pronto, el presidente tuvo un pico de furia cuando se enteró del papelón y de inmediato instruyó al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, para que le pidiera la renuncia al ministro. Horas después, Ginés le escribió al presidente y acató la orden. Consideró al suceso un “malentendido” y desligó responsabilidades culpando a su secretaría privada.