Un hombre que estaba prófugo hace seis meses fue arrestado este lunes pasado en el barrio porteño de San Cristóbal, sospechado de haber asesinado a su madre en la casa que compartían en Pilar.

La mujer, Ester Inés Ríos de 71 años, está desaparecida desde principios del 2019. 

Cuando Ester desapareció, uno de sus hijos quedó en la mira de la Justicia: Gustavo Fabián Guzmán. Fueron sus mismos hermanos y sobrinos los que sospecharon de él desde el principio: “Mi tío llegó a decir que mi abuela se había ido de vacaciones, cuando eso es mentira. No sabemos dónde está y ahora tampoco mi tío. Mi mamá encontró en la casa los documentos de mi abuela y varias de sus pertenencias”, había contado Orlando, nieto de Ester, a Pilar de Todos.

“Al preguntarle al hijo dónde se encontraba su madre, éste daba respuestas esquivas. Posteriormente, el acusado desapareció del domicilio que habitaba y abandonó su trabajo de sepulturero“, contó una fuente cercana a la causa al mismo medio. Ahora, más de un año después, la hipótesis principal es que el hombre que fue detenido este lunes asesinó a su madre.

La imputación contra Guzmán, es por “homicidio agravado por el vínculo”, delito que prevé una pena de prisión perpetua, y para la Justicia el crimen ocurrió el 1 de enero de 2019, después de las 20.

La principal hipótesis del fiscal Acosta es que Guzmán asesinó a su madre e inventó distintas excusas para justificar su ausencia, para quedarse con la casa donde convivía con ella en la calle Manzone, de la localidad de Villa Rosa, y para cobrar su jubilación.

Guzmán se convirtió en sospechoso desde el inicio, no sólo porque se escapó –e incluso abandonó a una concubina-, cuando supo que había una denuncia por el paradero de su madre, sino también por las múltiples y contradictorias versiones que dio sobre el paradero de su madre.