Mataron a otro policía y a un barrendero en un trágico asalto a un colectivo en Barracas
Se trata del agente Esteban Nicolás Lagos, de 28 años, padre de dos hijos, y de Juan Roberto Bonifacio, de 34 años, que iba como uno de los pasajeros rumbo a su casa en Sarandí
Un policía federal y un pasajero fueron asesinados anoche durante un violento asalto a un colectivo en el barrio porteño de Barracas. A causa del tiroteo registrado arriba de la unidad, otro de los usuarios resultó herido y permanece internado.
Todo ocurrió en la calle Vieytes, entre Quinquela Martín y Suárez, a las 23:40, en el coche 4845 de la línea 100. De acuerdo con las fuentes consultadas, dos delincuentes subieron al colectivo y amenazaron al chofer y a los pasajeros que estaban en la parte delantera con la intención de robarlos. Segundos después, uno de los ladrones se dirigió al fondo y sacó un arma para asaltar al resto de los usuarios del servicio.
Fue entonces que el oficial, ubicado en la parte media trasera izquierda del colectivo, se incorporó del asiento y se identificó como policía para evitar el robo y en ese momento se desató la balacera. "Ahí empezaron a los tiros y me agaché para cubrirme”, relató Pablo, el chofer del colectivo en diálogo con TN.
Luego de los disparos, uno de los ladrones escapó por la parte trasera, mientras que el otro quedó al lado del conductor. “Me empezó a amenazar con el arma para decirme que le abriera la puerta porque yo había puesto en marcha el colectivo pero debía esperar a que se detuviera para poder abrirle. Fue por eso que no me disparó”, agregó Pablo. De acuerdo con el testigo, uno de los delincuentes -el que escapó por el fondo- es un hombre de unos 45 años. El otro sería un joven de no más de 30. “Gracias al policía estamos vivos”, expresó. “Hoy ya sé que si salgo no sé si vuelvo”, añadió el chofer.
Según trascendió el delincuente le disparó al menos dos veces al efectivo por la espalda, mientras que los otros dos civiles resultaron heridos en medio del tiroteo. El pasajero muerto fue identificado como Roberto Juan Bonifacio, un barrendero con domicilio en la localidad bonaerense de Sarandí. Aún se desconoce si todos los disparos salieron de la misma arma.
Los dos delincuentes resultaron ilesos y escaparon de la unidad luego de robarle al policía baleado su pistola calibre 9 milímetros reglamentaria.
El policía murió al poco tiempo en el hospital Churruca, mientras que uno de los pasajeros perdió la vida en el Argerich. El otro permanece internado tras recibir un disparo en el pie, aunque fuera de peligro.
Luego del asalto, los delincuentes se dieron a la fuga mientras que el chofer se acercó con los heridos hasta la comisaría vecinal 4D, en la calle California al 1850. Desde allí fueron derivados a los distintos centros de salud por personal del SAME.
De acuerdo a lo informado, el policía asesinado era integrante de la División Mitre de la Policía Federal (PFA) con domicilio en la localidad bonaerense de Ezpeleta e integrante de la fuerza desde el año 2017.
El crimen del oficial Lagos ocurrió a solo cinco días de la brutal muerte del policía Diego Di Giacomo (29), asesinado también a balazos cuando se enfrentó a cuatro delincuentes que quisieron asaltar una heladera en Ramos Mejía. El oficial se encontraba en el comercio en el que trabaja su madre, franco de servicio y vestido de civil, dio la voz de alto y se identificó como policía. Fue entonces que se desató el infernal tiroteo que terminó con la vida de Di Giacomo, luego de recibir tres impactos de bala.
Con el asesinato de Lagos ya son 21 los policías desde distintas fuerzas que perdieron la vida en lo que va del 2020.
Fuente: Infobae.com