"Y aunque deje en el camino jirones de mi vida": a 69 años de la muerte de Evita
El 17 de octubre de 1951, en la que fue la primera transmisión de la televisión argentina, Evita dio un discurso en el que declinaba su candidatura como vicepresidenta. Su salud era frágil. Volvió a hablar en publico en mayo de 1952, poco antes de morir, hace 69 años.
"Y aunque deje en el camino jirones de mi vida, yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria", sentenció Eva Duarte de Perón, una de las mujeres más importantes de la historia política argentina contemporánea. Corría el año 1951 y su salud empeoraba producto de un cáncer de útero que terminó quitándole la vida el 26 de julio de 1952, hace 69 años.
Ya en pleno conocimiento de su enfermedad, Evita, que era solicitada como candidata a vicepresidenta junto a Juan Domingo Perón para las elecciones de 1952, renuncia a la postulación. El 17 de octubre de 1951, en la que fue la primera transmisión de la televisión argentina, Evita se despidió del pueblo en cadena Nacional.
En este homenaje de Rep se puede escuchar parte de su discurso
Su estado de salud empezó a evidenciarse en 1950, cuando ingresó al hospital por una apendicitis. Así, a partir de los estudios (tardíos) que le realizaron, los médicos le detectaron los primeros síntomas de la mortal enfermedad que la aquejaba y un cuadro médico alarmante. Es que Evita padecía cáncer de cuello uterino. De tal manera, su estado de salud constituyó un verdadero secreto de Estado por lo que requirió de un profesional que esté a la altura de la situación.
Pese a lo difícil del cuadro, el especialista, quien tiempo después precisamente en 1994 lanzó el libro "Los cien días de Eva Perón" en donde describe la compleja experiencia que emprendió, creía que la obligación era luchar. Por eso, sugirió la intervención quirúrgica, la terapia de rayos X y la aplicación de un dispositivo radioactivo (radium) -para detener el crecimiento del tumor-,que fue aplicado el 27 de septiembre de 1951. Sin embargo, no fue fácil. Evita "no era una paciente dócil" y no estaba dispuesta a dejar de lado sus actividades políticas. A pesar de su debilidad y su precario estado de salud, Eva Perón se negó a guardar el reposo casi absoluto que le recomendaban los médicos.
Tal es así que el 15 de octubre de 1951, mientras estaba en cama, publicó su famoso libro autobiográfico "La razón de mi vida". Dos días después, participó del acto por el Día de la Lealtad. Su esposo la sostuvo de la cintura, mientras brindó su más emotivo discurso. "Tengo con ustedes una deuda sagrada. Y no me importa si para saldarla tengo que dajar jirones de mi vida en el camino. (…) Si este pueblo me pide la vida, se la daría cantando", afirmó en el acto.
El 17 de octubre, por el Día de la Lealtad Peronista de 1951, Eva Perón pudo, por 1ª vez en 24 días, levantarse de su lecho para asistir al acto. Sostenida de la cintura por Perón.
El 1° de mayo de 1952 fue la última vez que habló frente al pueblo desde un balcón de la Casa Rosada, en el que se la vio consumida en el marco del acto central que se realizó en la Plaza de Mayo. Pocos meses después, el 26 de julio de 1952, falleció.