Causa Surrbac: Saillén y Catrambone seguirán detenidos
Se presentaron ante el juez federal Ricardo Bustos Fierro quien envió la investigación a la Cámara Federal de Córdoba.
Mauricio Saillén y Pascual Catrambone fueron parte del panorama de este miércoles de los Tribunales Federales.
Ambos dirigentes del Sindicato Único de Recolección de Residuos y Barrido de Córdoba (Surrbac) fueron detenidos el martes en el marco de una causa en que se investigan delitos como asociación ilícita, evasión impositiva y lavado de activos.
Ante el juez federal Ricardo Bustos Fierro, y a través de sus abogados, negaron los hechos que se les atribuyen.
De inmediato, la defensa de ambos acusados solicitó su inmediata excarcelación, considerando que no existen elementos para entorpecer la investigación o eludir el accionar de la Justicia.
"Han negado terminantemente su participación en los hechos que se les atribuyen. Han agregado consideraciones que consideran útiles a su defensa. Estamos a la espera del análisis que haga el fiscal respecto al pedido de excarcelación. Hemos aportado importante jurisprudencia que amerita hacer lugar al pedido de recupero de libertad de ambos, bajo las cauciones que el juez estime pertinentes", expresó Ricardo Moreno, representante de Saillén.
Tras la presentación, el juez Bustos Fierro se consideró incompetente para entender en la investigación. Ahora será la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba la que decidirá qué juzgado seguirá interviniendo en el caso.
A Bouwer
El pedido de excarcelación fue rechazado por el fiscal Enrique Senestrari, quien solicitó que los acusados permanezcan detenidos bajo la figura de prisión preventiva.
Por ello, los dirigentes del Surrbac serán trasladados a la penitenciaría de Bouwer.
Por la mañana, el fiscal Enrique Senestrari había señalado que la orden de arresto llegó porque, precisamente, se consideró que podían existir maniobras para entorpecer el accionar de la Justicia.
"La idea es mantener la prisión preventiva, aunque sea por un tiempo, hasta que esté asegurada la prueba", indicó Senestrari.
"Hablamos de peligrosidad procesal, lo que significa que son personas que han mostrado capacidad para entorpecer el accionar de la Justicia. ¿Cómo? Torciendo pruebas, amenazando testigos, tratando de evitar que la información llegue al juez", añadió.
Por el momento, Saillén y Catramboni son los únicos acusados que permanecen detenidos. Hay otros 17 imputados que permanecen en libertad.