Jubilaciones de privilegio: el particular juez de Córdoba con 60 años “de aporte”
En la Justicia local, 5 magistrados están en condiciones de pasar a situación pasiva. Entre ellos se encuentra Ricardo Bustos Fierro.
Era el mes de abril de 1963 cuando Ricardo Bustos Fierro dio sus primeros pasos como funcionario de la Justicia de Córdoba. Seis años antes había egresado de la Universidad Nacional local, pero el primer lugar en el que ejerció, hace seis décadas, fue en Río Negro.
Hoy es uno de los seis funcionarios judiciales que analizan sumarse a la decisión que ya tomaron los fiscales federales Graciela López de Filoñuk, Gustavo Vidal Lascano y Alberto Lozada: la de jubilarse para evitar caer en el nuevo sistema previsional. La idea es sostener, como pasivos, los privilegios.
Titular del Juzgado Federal Nº 1 desde principios de 1994, Bustos Fierro transitó una carrera con obstáculos varios. En 2000, por caso, resistió a un juicio político iniciado por “prevaricato y mal desempeño de sus funciones”, con una votación final ajustada (5 votos contra 4), merced a su fallo “emblema”: la autorización a Carlos Menem para participar de las internas del Partido Justicialista y permitirle la re-reelección.
Cuenta con sesenta años “de aporte” por su intervención en los pasillos judiciales, que hasta incluyeron la suspensión de funciones durante casi una década. La enemistad por el radicalismo cordobés lo había llevado a un apartamiento de parte de Raúl Alfonsín.
Con Menem retomó la actividad y se quedó con el juzgado. No fue menor su intervención para favorecer a Telecom y Telefónica en el rebalanceo telefónico, la acusación por contrabando a los directivos de Renault y su denunciada intervención durante el “corralito”, donde la misma López de Filoñuk le promovió acción penal.
Su enfrentamiento con el fiscal federal Enrique Senestrari no es menor. Por su competencia electoral buscó apartarlo por unas declaraciones radiales. Senestrari le había apuntado antes, cuando deslindó responsabilidades del empresario Euclides Bugliotti por "intermediación financiera ilegal" en la causa CBI.
En su momento, había trascendido una foto de ambos (el juez y Bugliotti) en medio de una fiesta privada.
Por su edad, en 2017 el Senado de la Nación debió renovar su mandato. Con el juez presente en el lugar, el dirigente juecista Ernesto Martínez lo consideró “ecuánime y estrictamente apegado a la ley”, y no hubo objeciones.
Desde 2015, su hijo Pablo Bustos Fierro es Fiscal General adjunto de la provincia de Córdoba.
Junto a los camaristas Luis Rueda e Ignacio Vélez Funes, además de los jueces de primera instancia: Sánchez Freytes, Roque Rebak y Ricardo Bustos Fierro y el vocal del TOF Jaime Díaz Gavier, el magistrado de 84 años analiza su futuro. Con los trámites jubilatorios ya cumplidos, sólo resta su renuncia para abocarse al conveniente régimen actual.