La anunciada llegada a villas porteñas marca el ascenso en la curva de casos

Casi sabiendo cómo iban a desarrollarse las cosas, hace un mes en La Garganta Poderosa, el espacio comunicativo "villero", anticiparon cuál era el esquema en las barriadas populares porteñas en un informe de situación, que detallaba la necesidad de proteger a una gran cantidad de personas, integrantes de grupos de riesgo.

Con numerosos reclamos fundamentalmente a la gestión de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), denunciaron los peligros de que en plena cuarentena no haya agua potable casi dos semanas en el barrio Padre Mugica, la Villa 31. Lavarse las manos, imposible.

Así las cosas, hasta Ramona Medina, comunicadora de La Garganta, contrajo coronavirus. El contexto no puede ser peor, ya que debió ser entubada por ser insulinodependiente, pero vive además con una hija diabética, un suegro con problemas coronarios, otra hija en silla de ruedas, que no habla y requiere oxígeno, porque tiene síndrome de West y síndrome de Aicardi y sobrinos con otras patologías.

Por si quedaban dudas respecto a "las diferencias" del aislamiento. Desde 2016 que su situación habitacional "estaba siendo revisada" en el gobierno porteño, pero el panorama es peor si se piensa en cómo socorrer a tantas personas en riesgo.

Este miércoles, con tristeza y a los gritos, porque si una cualidad tienen los barrios "populares" es ser invisibilizados, informaron que en total hay "891 casos confirmados". Además se informaron en la 1-11-14, en la 21-24, en la Oculta, Zavaleta, Carrillo, Rodrigo Bueno, en Fátima, la 20, Inta y Mitre.

"Los casos están ahí"

El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, no ocultó la situación, aunque lo hizo cuando la cantidad de acerca al millar y sumando que "la curva no sube por la flexibilización".

El funcionario adujo: "Todos los días estamos preocupados. Claramente en los últimos días hay un incremento de casos que tiene que ver con que el virus entró en barriadas humildes, donde es mas difícil el aislamiento y el virus se expande con una velocidad muy fuerte".

Adujo estar "ayudando con mucha más vigilancia directa" en esos sectores. "Metiéndonos en los barrios, identificando focos mediante síntomas, actuando rápido y circunscribiendo la difusión del virus", concluyó.