La interna cada vez más virulenta dentro de Juntos por el Cambio (JXC), cuyo episodio más reciente fue la amenaza de la titular del PRO, Patricia Bullrich, a Felipe Miguel (jefe de Gabinete de Horacio Rodríguez Larreta en Ciudad Autónoma de Buenos Aires), expresa un fenómeno más profundo, que es el corrimiento a la derecha de la alianza opositora. 

Las últimas encuestas arrojan varios datos que permiten constatarlo: según la última medición nacional de la Consultora de Imagen y Gestión Política (CIGP), una interna dentro de JXC arrojaría una ventaja para los dos precandidatos ubicados más a la derecha, Mauricio Macri (33,15%) y Bullrich (casi 30%); relegado respecto a ese empate técnico, Rodríguez Larreta roza el 20%, mientras que dos figuras de la UCR, Gerardo Morales (6,18%) y Facundo Manes (casi 4,5%) apenas suman 10,67% (gráfico arriba).

Esto sugiere que la actitud de mayor cercanía hacia el radicalismo por parte del jefe de gobierno de CABA forma parte de un cálculo electoral, puesto que sin votantes radicales (relativamente más centristas o moderados), a Larreta se le complicaría vencer a Macri y/o a Bullrich en una interna del espacio. 

CIGP también muestra un empate técnico respecto a si Javier Milei debería incorporarse a JXC: 46,07% se muestra en contra vs 45,5% a favor, con 8,43% de indecisos (gráfico arriba). Asimismo, según una reciente encuesta nacional de las consultoras Grupo de Opinión Pública (GOP) y Trespuntozero, a 27,1% de electores les gustaría que Macri sea candidato presidencial en 2023 y 30,5% de la clase media opina lo mismo (gráfico abajo). 

En la misma línea, la serie evolutiva de consultora Tendencias en provincia de Buenos Aires (PBA) muestra un retroceso de Rodríguez Larreta vs avances de Macri y Bullrich en la interna de JXC (gráfico abajo). Recordemos que PBA pesa alrededor del 38% en el padrón nacional.

En este JXC corrido a la derecha, Macri se afirma cada vez más como el principal elector: si decide jugar como candidato de una interna en 2023, hoy aparece como competitivo, y si decide no jugar pero sí volcar su caudal potencial a favor de Bullrich (de quien aparece más cercano) o de Rodríguez Larreta, ni Morales ni Manes tendrían chances de vencerlos. 

Un dilema similar, pero de otra escala, se le plantea al jefe de gobierno de CABA, puesto que si el ex presidente apostara por la titular del PRO en una interna, él necesitaría reforzar su acercamiento al radicalismo para mantenerse competitivo, o acaso jugar la carta de una ruptura de la coalición para liderar una coalición de centroderecha con la UCR, dejando al tándem Macri-Bullrich al frente de una alianza corrida hacia la derecha. 

Aquí entra en análisis la situación preelectoral de CABA, bastión del PRO desde 2007. El jefe de gobierno de ese distrito, por una combinación de interés y necesidad política, no sólo ha alentado a precandidatos de equipo para competir por ese cargo en 2023 (como Fernán Quirós y Soledad Acuña), sino que también ha tendido puentes con Martín Lousteau, figura del radicalismo.

Frente a ese ensayo, diversas figuras del PRO salieron al cruce planteando que la sucesión allí debe recaer en el sello amarillo. Según la última encuesta de Federico González y Asociados (FGA), también allí el apellido Macri pesa fuerte: con 20,6% de intención de voto, Jorge Macri aparece en empate técnico con Lousteau (18,6%) y muy por encima del ministro de Salud y la ministra de Educación de CABA (gráfico arriba). También aparece como figura competitiva el libertario Ramiro Marra, que roza el 15% y está cerca de un empate técnico con Leandro Santoro, del Frente de Todos. 

La apertura por segmentos etarios del mismo estudio muestra al candidato referenciado en Javier Milei fortalecido entre electores menores de 30 años (casi 42), mientras que Lousteau se fortalece entre votantes de 31 a 50 años (25%) y Macri entre los mayores de 50 años (casi 29%; gráfico arriba). 

Esto implica un desafío a Rodríguez Larreta, que como jefe de gobierno del distrito prefiere a uno que sea su aliado (Lousteau) si no puede ordenar la sucesión en favor de sus funcionarios Quirós o Acuña. Según FGA, el precandidato de JXC no la tiene sencilla: su acercamiento a Lousteau recoge más del doble de opiniones en contra que a favor (gráfico arriba). 

En síntesis, el corrimiento a la derecha de JXC enfrenta a Larreta y a la UCR a un dilema: o deciden sostener un rumbo que exponga la alianza a una fractura para liderar una propuesta de centroderecha, o avalan ese corrimiento con el riesgo de quedar relegados en las fórmulas de cara al turno electoral 2023.