“Si no podemos hacer un baile ahora, cuándo lo vamos a hacer”
El intendente de Crespo, Entre Ríos, justificó la realización del evento con adultos mayores y protocolo endeble en "colaborar con instituciones intermedias" y la baja de casos.
Un evento realizado en una localidad entrerriana de 20 mil habitantes terminó siendo una cuestión que tomó trascendencia nacional.
Las imágenes de la sexta edición del tradicional "Baile alemán" que tuvo lugar el pasado sábado, recorrieron el país. Una pista plagada de adultos mayores sin protección alguna en plena pandemia, no pasaron desapercibidas.
El contexto es el arribo de la segunda ola, es cierto. Las autoridades de la localidad de Crespo reconocieron que hubo "un afán de colaborar y acompañar el esfuerzo" de instituciones intermedias, y justificaron tal autorización.
"Primero el baile se autorizó al aire libre, pero por la situación climática se tuvo que trasladar todo adentro del salón Castillo, que es un espacio muy amplio. Ahí la gente puede estar cómoda y también bailar", remarcó en las últimas horas el intendente Darío Schneider.
Luego de remarcar que "quizás no se cuidaron totalmente algunas cuestiones" y prometer más controles, recordó que "la tasa de casos está muy baja".
Y fue tajante: “Si no podemos hacer un baile ahora, cuándo lo vamos a hacer”.
También consideró que "la situación sanitaria es muy buena" y que "ya hemos aprendido de estas experiencias en 2020". Por eso, pidió que se tomen "medidas más conducentes" y cuestionando centralismo, se exijan "protocolos que se adapten a todos los lugares".
Junto al secretario de Gobierno, Hernán Jacob, concurrieron al Canal 6 local, y allí defendieron "la idiocincracia" de los habitantes, refiriendo la fuerte descendencia de alemanes del Volga: "Esta es nuestra cultura, y la vamos a seguir defendiendo".
Jacob señaló: "Decidimos correr el riesgo de autorizarlo, y hoy sufrimos un escrache nacional, tratándonos de irresponsables... la gente que fue asumió el riesgo, como también lo hace yendo a lugares donde hay mucha gente, como el supermercado".
Se sabe que la situación se hizo conocida ante la indignación de una enfermera, que concurrió al lugar a asistir a una persona.
Al respecto, el funcionario adujo: "Sabemos que el personal de salud le pone el cuerpo a la pandemia hace un año, pero desde el municipio también. Asumimos cuestiones que a veces incluso no nos competen".