Las empresas distribuidoras de gas en garrafas denunciaron una pérdida acumulada de más de 200 millones de dólares por el atraso de los márgenes de ganancias y una “constante suba de costos".

Desde la Cámara Argentina de Distribuidores de Gas Licuado (Cadigas) indicaron mediante un comunicado que existe una "dramática situación económica y social que "padecen 180 empresas pymes" y advirtieron un posible “riesgo de no poder operar con normalidad durante el próximo invierno".

"El invierno es hoy y por eso necesitamos medidas inmediatas, para garantizar el abastecimiento de cara a la inminente temporada de bajas temperaturas y la creciente demanda de los sectores más vulnerables", destaca el comunicado de Cadigas.

En ese sentido, indicaron que representan a cientos de decenas de empresas, en su mayoría de estructura familiar, que emplean a unas 3.000 personas “para llegar con gas de garrafa a casi 5 millones de hogares en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Corrientes, Misiones, Formosa, Tucumán y Mendoza, entre otras".

La entidad afirmó que las pymes del sector atraviesan "una situación agobiante por las deudas acumuladas, que son imposibles de afrontar y una profunda descapitalización".

"La cruda realidad está a la vista: en los últimos 6 años los costos han crecido casi 600% y los márgenes sólo 250%. Perdemos dinero cada día que salimos a trabajar y ya no tenemos resto para afrontar las exigencias de la demanda del invierno", indicó Cadigas.

La Cámara admitió que "en octubre pasado, gracias al diálogo fluido" con las autoridades de la Secretaría de Energía lograron una actualización a la que, sin embargo, consideraron "insuficiente", al sostener que "este paliativo se esfumó rápidamente frente a la fuerte suba de costos en rubros críticos tales como los vehículos, envases, combustibles, neumáticos, salarios y las necesarias medidas de bioseguridad implementadas por la pandemia".

"El resultado es que, la distribución está frente a una crisis terminal", alertó la central al tiempo que adelantó que “si el Estado tomara las medidas adecuadas podríamos pensar en aprestar operativamente e inclusive renovar parte del parque automotor, ejecutando las inversiones mínimas y necesarias, del orden de 2.000 millones de pesos para abastecer con normalidad durante el pico invernal. Pero nuestra realidad es muy diferente. Esa inversión es una utopía imposible de materializar”, señaló Cadigas.

Fuentes: télam.com.ar / baenegocios.com