Clases presenciales, circulación y camas UTI: la mirada de un experto
Desde este viernes, y con un nuevo récord de contagios, rigen las restricciones a la circulación nocturna en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Para el físico Jorge Aliaga, investigador de la Universidad de Buenos Aires y Conicet, es en el movimiento de personas donde está la clave que determina la evolución de la curva de contagios y muertes. Con cerca del 70% de camas UTI ocupadas a nivel nacional, el científico advierte de los peligros de una saturación.
29.472 nuevos casos de covid-19 en Argentina. La palabra récord ha dejado de tener valor. Con excepción de Jujuy y Misiones, todas las provincias registran una incidencia de alto riesgo. Es decir, los casos cada 100.000 habitantes superan el parámetro de los 150 que el gobierno de Alberto Fernández estableció. Para poner dos ejemplos: Córdoba muestra una incidencia de 586 casos (últimos 14 días). Ciudad de Buenos Aires, 1.179.
Tres factores clave, coinciden la mayoría de los especialistas, han contribuido a este sucesivo y creciente número de nuevos contagios: la relajación social producto de un año duro de pandemia, el fin de semana largo de fines de marzo y la circulación a niveles pre-coronavirus que la presencialidad laboral y escolar suscita.
El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) ha destacado en un reciente informe que “en las escuelas no se potencian los casos”. El artículo sostiene que los riesgos están en los movimientos que se generan alrededor de todo ese circuito. El panorama se complejiza aún más si se tiene en cuenta que una porción de padres, madres, no docentes, docentes y alumnos se trasladan por medio del transporte público.
Consultado para esta nota, Jorge Aliaga sostiene que, en relación con el aumento de casos según grupo etario, es difícil ser categórico porque las variables son tantas que el análisis puede resultar distorsionado.
Aliaga- Los niños y jóvenes en edad escolar en su mayoría son asintomáticos, con lo cual se detectan poco. Es muy difícil discutir cuando todo se relativiza. Hay ahora más casos en jóvenes, sí. Eso está claro. Pero eso no quiere decir necesariamente que el contagio se produzca en la clase. Me parece que el análisis va por otro lado.
"El punto central es la movilidad: los gráficos de Google muestran prácticamente una actividad normal, una circulación en niveles anteriores a marzo 2020"
El presidente Fernández subrayó que “detrás de la presencialidad de los alumnos en los colegios se genera todo un movimiento social que incrementa mucho la circulación”. Datos del Ministerio de Transporte de la Nación reflejan que a partir de la vuelta de las clases presenciales se vio un incremento de entre el 15% al 20% en el transporte público. Las imágenes de distintos ramales del AMBA resultan más elocuentes que cualquier número.
Aliaga- Es claro que si uno quiere bajar la cantidad de contagios tiene que bajar la movilidad de las personas. La pregunta es: ¿Qué actividad existe en el AMBA que involucre millones de personas y que pueda desarrollarse, de una manera diferente pero desarrollarse al fin, virtualmente?
"Lo que se ha decidido es bajar durante 15 días la circulación de personas. Hay que ver en dos semanas de qué manera impacta en los contagios. Estas medidas son las que funcionan. ¿Son inocuas? Nada es inocuo, mucho menos a esta altura con el cansancio que todos tenemos"
Los datos muestran, en valores absolutos, un aumento del 83% de las muertes si se comparan los últimos 14 días contra el mismo período inmediatamente anterior.
Aliaga- Ha habido más carga de fallecidos, lo cual es razonable porque al aumentar la cantidad de casos aumenta la cantidad de fallecidos. Aunque no subió en la misma proporción en mayores de 70 años que en menores de 18 años, lo cual finalmente amortigua en alguna medida la cantidad de fallecidos. La mayoría de las provincias tuvo mayor cantidad de casos en estos últimos 14 días en comparación a los 14 días previos. En el caso del AMBA el crecimiento supera el 100%, con una incidencia (casos cada 100 mil habitantes) muy por encima de los 150 que es el número que determina el “alto riesgo”.
-La ocupación de camas UTI también ve reducida su capacidad a medida que los picos de casos se van superando día a día. La respuesta se ve condicionada por patologías no-covid, y aún no ha llegado la temporada de invierno. ¿Cómo ves, desde las estadísticas, el escenario?
Aliaga- Con respecto a UTI, el problema es el siguiente: como los bancos no están preparados para que la gente vaya toda junta a retirar su dinero, tampoco existe sistema de salud del mundo que esté diseñado para que la mayoría de la población enferme al mismo tiempo. De hecho, está diseñado para estar ocupado mayoritariamente porque de esta manera los costos cierran. El sistema entra en crisis cuando hay muchos enfermos al mismo tiempo: esto es justamente lo ocurre en pandemia.
"Hoy el sistema de salud está funcionando a pleno, y se suman las consultas y tratamientos programados. Es decir, hay cerca de un 70% de UTI ocupado con casos de covid. La cuestión es que no se informa el porcentaje de ocupación no-covid de UTI. Ese es el peligro: si aumenta bruscamente la asistencia por casos de coronavirus el sistema se puede quedar sin margen rápidamente"