La nueva serie de flexibilizaciones aprobadas en la provincia de Córdoba, detrás de las cuales aparecen como pronto a aprobar la reapertura de los bares y restaurantes, despierta una enorme expectativa entre los gastronómicos.

Es que, los más de dos meses sin poder abrir sus puertas al público y viviendo solo algunos de la venta en modalidades “delivery” o “take away”, les ha provocado una marcada crisis. “Somos un sector que está literalmente destruído”, advierte Fernando Faraco, director de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica Córdoba. 

“Los deliverys equivalen sólo el 5% de lo que vende habitualmente un local gastronómico y las empresas ya han gastado todo su capital, que han logrado ahorrar, con 6 años de recesión. Tenemos de un 30 al 35% de cierre de locales en este momento”, explica Faraco.

Frente a ese crudo escenario, mantiene ahora un alto optimismo con la futura reapertura de los negocios gastronómicos, mientras avance la flexibilización del aislamiento obligatorio.

Faraco confirmó que por estas horas el COE (Centro de Operaciones de Emergencia) analiza el protocolo que presentaron, que es una adaptación para nuestra región del documento elaborado por la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), asesorados por la Fundación Stambouliean. “Una de las principales fundaciones del país en este tipo de protocolos”, señala Faraco.

El referente del sector explica que el documento presentado a las autoridades sanitarias apunta a garantizar la higiene, el distanciamiento social y las condiciones de bioseguridad para trabajadores y clientes, cuando se pueda volver a abrir.

Mientras, insistió en que será necesaria la ayuda del estado para que los gastronómicos puedan salir de la compleja situación que atraviesan por el parate.

¿Qué sugiere el protocolo para volver a bares y restaurantes?

-Disponibilidad de alcohol en gel en todas las áreas del local, para trabajadores y clientes

-Promoción de cartas digitales o con código QR para evitar las cartas físicas de cartón o papel plastificado (caso contrario, se promueve la higienización permanente de cartas tradicionales)

-Se impulsarán mecanismos de reservas para administrar la presencia y capacidad de cada local

-Se permitirá la presencia de 6 personas cada 10 metros cuadrados o un promedio de ocupación del 50% al 60% en cada local

-Se preverá también separación de sillas y mesas para garantizar el distanciamiento. El mobiliario deberá estar más disperso dentro del local

-Se evitarán manteles y servilletas de tela. Se promoverá el uso de estos y otros elementos a ser sustituidos por descartables

-Los empleados serán sometidos a testeos de temperatura al llegar y deberán cambiar sus ropas para trabajar (quienes tengan más de 37,5 grados serán derivados al sistema de salud)

-Trabajarán con barbijo, guantes de látex, con protocolos de higienización permanente con alcohol en gel o solución del alcohol al 70%. 

-En la interacción con los clientes, se practicarán constantes medidas de higienización, lo que implica la invitación a los clientes de seguir las recomendaciones de lavado y desinfección de manos. 

-También se impondrán las medidas de distanciamiento social y se sugerirán circuitos dentro de los locales, a los fines de disponer de una circulación más ordenada de los presentes.

-Se incorporarán medidas de limpieza y desinfección más rigurosa de instalaciones y se evitarán espacios de uso común como las zonas de esparcimiento o juegos para niños.