Córdoba aguarda el nacimiento del primer pichón de cóndor en cautiverio
La reserva Tatú Carreta es el lugar de encuentro y de amparo de dos cóndores adultos que lograron reproducirse.
La reserva Tatú Carreta, en Casa Grande, Córdoba, fue hace unos años el lugar de encuentro de dos cóndores adultos lesionados.
Este miércoles 25 de septiembre, trabajadores del lugar descubrieron que la hembra estaba incubando un huevo. Se trataría del primer nacimiento de cóndor en cautiverio en nuestra provincia.
“Estamos felices, nos llena de orgullo porque es una muestra de que estamos haciendo las cosas bien”, contaron a Carlos Paz Vivo!
“El Tatu Carreta no tenía experiencia en reproducción de cóndores y esto es un verdadero desafío. Ahora solo nos queda seguir brindándoles las mejores condiciones de estadía y esperar que el pichón nazca a principios de noviembre”, dijo Javier Álvarez, encargado de la reserva.
María Ahumada, médica veterinaria y responsable sanitaria del Tatú Carreta, explicó a ese medio que el tiempo de incubación es de entre 55 y 60 días, por lo que estiman que el pichón nacería en noviembre. Hasta ese momento, el mayor tiempo de incubación lo afrontará la hembra mientras el macho custodia el nido.
Pero existen algunos riesgos: “El más terrible sería que el huevo sea anembrionado y no haya ningún tipo de gestación”, señaló primero, y agregó: “Si nace, habrá que ver si los padres pueden alimentarlo, un acto que es naturalmente instintivo”.
Tras el nacimiento, el pichón estará entre cuatro y cinco meses junto a sus padres en el nido inferior del jaulón que tiene 30 metros de largo, cinco de ancho y seis de alto. Tras ese período, se analizará llevarlo al Ecoparque de Buenos Aires o a otro destino de Río Negro con el objetivo de insertarlo a futuro en su hábitat natural, informaron desde la reserva.
La historia del encuentro
En el 2012, el macho fue hallado con una lesión en su ala derecha en la zona de Panaholma, en Traslasierra, y trasladado a la sede que la Fundación Bioandina Argentina tiene en Ecoparque de Buenos Aires. Sufrió un disparo de arma de fuego y tuvieron que amputarle el ala: nunca más volvería a volar. En esas condiciones llegó en el 2015 a la reserva de Punilla, relata el medio de Carlos Paz.
La hembra, en tanto, llegó al Tatú Carreta en el 2016. Fue rescatada ese año en San Juan y llevada hasta un zoológico de Olavarría, provincia de Buenos Aires. También sufrió un disparo que le estropeó la articulación del ala derecha. Intentaron rehabilitarla pero no prosperó.
En marzo de este año decidieron juntarlos y al tiempo el ornitólogo Javier Heredia, colaborador de la reserva por su especialidad, descubrió a las aves en un momento de cópula.
El cóndor andino es considerado hoy una especie “casi amenazada” según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por su sigla en inglés), aunque bastante bien preservada en algunos sectores de Sudamérica, gracias a políticas encabezadas por el Programa de Conservación Cóndor Andino (PCCA), entre otras.