Córdoba creó un protocolo en caso de muertes por COVID-19
"Es importante que la gente sepa que se están tomando las previsiones de lo que puede ocurrir", dijo el jefe del Instituto de Medicina Forense de Córdoba, David Dib.
La Provincia de Córdoba y todo el país se está preparando para la pandemia de COVID-19. El objetivo es mantener a raya el contagio y evitar la saturación del sistema. Por tal motivo, los sistemas de salud intentan prepararse, incluso, ante los escenarios más pesimistas.
Una situación inevitable es el fallecimiento de personas. El Centro de Operaciones Estratégicas (COE) delineó un protocolo para el manejo de los cadáveres.
El jefe del Instituto de Medicina Forense de Córdoba, David Dib, aclaró que el protocolo fue creado para impedir que el cuerpo transmita la patología.
Actualmente, las empresas de servicios fúnebres continúan con los trabajos de traslado, entierro o cremación de cuerpos. No se están realizando velorios o sepelios debido al aislamiento social.
El protocolo
Según Dib, hay dos situaciones iniciales: un fallecimiento en un centro médico o uno en el domicilio.
"Si fallecen en el centro hospitalario hay un protocolo en relación a cómo es el tratamiento de ese cuerpo", aclaró. En el caso de un fallecimiento en domicilio, existe una unidad constatadoras de óbitos que "van a verificar que no haya ningún tipo de violencia y van a hacer los certificados".
Cerca del Polo Sanitario, se instaló una base con cámaras frigoríficas que centraliza a todos los cuerpos. Desde allí, los cuerpos serán trasladados a crematorios públicos o privados o los cementerios correspondientes.
"La indicación primordial es la cremación y en segundo lugar la inhumación en tierra", aclaró Dib.
Y agregó: "si la cantidad de personas fallecidas van aumentado, se han entrenados a un grupo de auxiliares para hacer el embolsado del paciente, derivarlo a un centro y desde allí se irán cremando en la medida que se pueda".
En el caso de cremación, las cenizas serán posteriormente reintegradas a las familias.
Dib aclaró que tanto los crematorios públicos como los privados acordaron para trabajar de manera coordinada.
Aunque la mejor opción es la cremación, el jefe del Instituto señaló que hay casos en donde no es posible: personas con marcapasos, no identificados y por creencias religiosas. En tales casos se optará por un entierro.
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"Hay una previsión para tener en cuenta todas las posibilidades. Siempre respetando la dignidad y todas las creencias", aclaró.
Y agregó: "es importante que la gente sepa que se están tomando las previsiones de lo que puede ocurrir".