Desde este jueves, un nuevo núcleo de restricciones están vigentes en la ciudad de General Deheza, tras los anuncios oficiales de ayer.

Puntualmente, el intendente Franco Morra lo considera "oportuno" virtud a los más de 200 casos que permanecen activos en la localidad, y en un contexto que marca un "90% de ocupación de camas críticas en la región". Con Río Cuarto como epicentro, el sur provincial sufre la pandemia.

Son medidas "para disminuir la propagación de Covid-19" y se extenderán hasta el domingo 27 de septiembre, y consisten por un lado en limitar los horarios comerciales y de oficios, que no podrán abrir ni trabajar los fines de semana.

Las excepciones son las actividades esenciales, que se desempeñarán "de 8:00 a 19:00 pudiendo extenderlos".

Morra remarcó que rotiserías, restaurantes y bares seguirán trabajando vía delivery o take away, hasta las 23:00, y que las caminatas, el trote y el ciclismo se autoriza sólo hasta las 19:00.

"El virus no tiene horarios, pero es tiempo de cuidarnos", remarcó el mandatario.

El contexto previo al anuncio, donde trazó un panorama de la situación epidemológica local, lo había mostrado a Morra negándose a acatar las recomendaciones del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) central, de un retorno de fase, realizadas el 23 de agosto pasado.

En aquel momento, declaró: "Me niego a paralizar la economía por casos que están asociados a siete familias, que se encuentran aisladas. (...) Las estadísticas nos avalan, no le tengo miedo a los casos positivos".

Allí había valorado haber realizado 500 hisopados desde el inicio de la pandemia y que "sólo el 4 por ciento" de los últimos estudios se habían contagiado. 

Hoy aduce que "todos podrán trabajar, pero es responsabilidad de todos cuidar la salud" y que en el trabajo conjunto entre el hospital local y las clínicas privadas, "estamos en condiciones de contener la patología de un paciente Covid.

"Me preocupa muchísimo la saluda y es la clara prioridad. Debemos evitar que nuestro sistema de salud colapse", concluyó.