Las denominadas "tijeras genéticas" son la creación que llevó a Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna a obtener el Premio Nobel de Química, anunciado este miércoles por la Academia Sueca.

La francesa y la estadounidense pasan así a engrosar la lista de mujeres reconocidas en el rubro, después de Marie Curie, en 1911, su hija Irène Joliot-Curie (en 1935), Dorothy Crowfoot Hodgkin (1964), Ada Yonath (2009) y Frances Arnold (2018).

El desarrollo conjunto de "un método para la edición genómica” es el argumento central para tal elección, según se informó.

La investigación permite "reescribir el código de la vida", ya que permite modificar el ADN de plantas, animales y microorganismos con una amplia precisión.

Desde su implementación científica, surgieron nuevas terapias contra el cáncer y diversas enfermedades hereditarias.

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